Parece que últimamente la teoría de la panspermia está suscitando nuevo interés. Este nombre, panspermia, es el que ha calado entre el público y es el que se viene usando habitualmente. En sentido estricto habría que hablar de exogénesis, la vida no habría sido plantada como una “semilla” en la Tierra, como las esporas de las que hablaba Svante Arrehnius, sino que las bases químicas para la vida, lo que se llama evolución química, se originarían en el espacio exterior. Pero, ¿cuáles son estos nuevos apoyos a la teoría?
La misión Stardust (Polvo se estrellas) de 2004 al cometa Wild 2 encontró una variedad de moléculas de hidrocarburos, los bloques con los que la vida de construye. La misión Deep Impact (Impacto profundo) al cometa Tempel 1 descubrió una mezcla de partículas de arcilla e hidrocarburos en el interior del cometa. Una de las teorías para el origen de la vida propone que las partículas de arcilla actuaron como catalizadores, convirtiendo moléculas orgánicas sencillas en estructuras más complejas.
Un equipo de la Universidad de Cardiff (Gales, Reino Unido) dirigido por el profesor Wickramasinghe sugiere que los elementos radiactivos pueden mantener el agua en forma líquida en el interior de los cometas durante millones de años, haciendo de ellos potenciales “incubadoras” ideales para los primeros pasos de la vida. Señalan además que los miles de millones de cometas en nuestro sistema solar y a lo largo y ancho de la galaxia contienen mucha más arcilla que la que se hallaba en la Tierra primitiva. Los investigadores han calculado la probabilidad de que la vida se originara en un cometa frente a que lo hiciera en la Tierra, su resultado es un 1 seguido de 24 ceros frente a 1.
Independientemente de lo anterior, un equipo liderado por el profesor Glaser de la Universidad de Missouri-Columbia abunda en la idea de que compuestos químicos esenciales para la vida como la adenina (componente de las proteínas y del ADN y el ARN) se pueden haber originado en las nubes de polvo interestelares y después haber llegado a la Tierra y otros planetas.
El modelo teórico elaborado por el equipo de Glaser muestra que no existe un gran impedimento para que se forme adenina en las nubes interestelares en las que ya se ha detectado cianuro de hidrógeno, por lo que ha solicitado se investiguen estas regiones en detalle. La adenina, por otra parte, ha sido encontrada en meteoritos.
La teoría de la exogénesis no sólo es cosa de laboratorios. En los próximos meses la Agencia Espacial Europea va a realizar dos experimentos para comprobar las posibilidades reales de esta teoría. Ambos experimentos irán a bordo de la misión Foton M3, que tiene previsto su despegue el próximo 14 de septiembre desde el cosmódromo de Baikonur en Kazajstán.
En el primero de ellos, dirigido por el profesor Parnell de la Universidad de Aberdeen, una roca sedimentaria con 400 millones de años de antigüedad será sometida a las condiciones de entrada en la atmósfera. La roca, del tamaño de un puño, que contiene moléculas consecuencia de la descomposición de algas, será protegida durante el despegue pero expuesta a las condiciones de extrema temperatura en la vuelta a la Tierra. Se espera que la parte exterior se funda o desintegre, pero que la parte interna pueda llegar al suelo. Habrá que comprobar qué compuestos químicos son capaces de llegar a la superficie terrestre. Este experimento está diseñado, en principio, para saber si se pueden encontrar biomarcadores fósiles en meteoritos procedentes de Marte (como se afirmó que se había encontrado en 1996).
El segundo experimento está diseñado específicamente para probar si la panspermia (aquí no decimos exogénesis) es posible. Este experimento, diseñado por el profesor de Vera de la Universidad Heinrich Heine de Düsseldorf, consiste en someter una roca colonizada por líquenes a las condiciones de la reentrada, para ver si pueden sobrevivir en estas condiciones. Un experimento a bordo de un cohete Soyuz diseñado por el profesor Leopoldo Sancho de la Universidad Complutense de Madrid en 2005, ya confirmó que los líquenes pueden sobrevivir en el espacio exterior.
La misión Stardust (Polvo se estrellas) de 2004 al cometa Wild 2 encontró una variedad de moléculas de hidrocarburos, los bloques con los que la vida de construye. La misión Deep Impact (Impacto profundo) al cometa Tempel 1 descubrió una mezcla de partículas de arcilla e hidrocarburos en el interior del cometa. Una de las teorías para el origen de la vida propone que las partículas de arcilla actuaron como catalizadores, convirtiendo moléculas orgánicas sencillas en estructuras más complejas.
Un equipo de la Universidad de Cardiff (Gales, Reino Unido) dirigido por el profesor Wickramasinghe sugiere que los elementos radiactivos pueden mantener el agua en forma líquida en el interior de los cometas durante millones de años, haciendo de ellos potenciales “incubadoras” ideales para los primeros pasos de la vida. Señalan además que los miles de millones de cometas en nuestro sistema solar y a lo largo y ancho de la galaxia contienen mucha más arcilla que la que se hallaba en la Tierra primitiva. Los investigadores han calculado la probabilidad de que la vida se originara en un cometa frente a que lo hiciera en la Tierra, su resultado es un 1 seguido de 24 ceros frente a 1.
Independientemente de lo anterior, un equipo liderado por el profesor Glaser de la Universidad de Missouri-Columbia abunda en la idea de que compuestos químicos esenciales para la vida como la adenina (componente de las proteínas y del ADN y el ARN) se pueden haber originado en las nubes de polvo interestelares y después haber llegado a la Tierra y otros planetas.
El modelo teórico elaborado por el equipo de Glaser muestra que no existe un gran impedimento para que se forme adenina en las nubes interestelares en las que ya se ha detectado cianuro de hidrógeno, por lo que ha solicitado se investiguen estas regiones en detalle. La adenina, por otra parte, ha sido encontrada en meteoritos.
La teoría de la exogénesis no sólo es cosa de laboratorios. En los próximos meses la Agencia Espacial Europea va a realizar dos experimentos para comprobar las posibilidades reales de esta teoría. Ambos experimentos irán a bordo de la misión Foton M3, que tiene previsto su despegue el próximo 14 de septiembre desde el cosmódromo de Baikonur en Kazajstán.
En el primero de ellos, dirigido por el profesor Parnell de la Universidad de Aberdeen, una roca sedimentaria con 400 millones de años de antigüedad será sometida a las condiciones de entrada en la atmósfera. La roca, del tamaño de un puño, que contiene moléculas consecuencia de la descomposición de algas, será protegida durante el despegue pero expuesta a las condiciones de extrema temperatura en la vuelta a la Tierra. Se espera que la parte exterior se funda o desintegre, pero que la parte interna pueda llegar al suelo. Habrá que comprobar qué compuestos químicos son capaces de llegar a la superficie terrestre. Este experimento está diseñado, en principio, para saber si se pueden encontrar biomarcadores fósiles en meteoritos procedentes de Marte (como se afirmó que se había encontrado en 1996).
El segundo experimento está diseñado específicamente para probar si la panspermia (aquí no decimos exogénesis) es posible. Este experimento, diseñado por el profesor de Vera de la Universidad Heinrich Heine de Düsseldorf, consiste en someter una roca colonizada por líquenes a las condiciones de la reentrada, para ver si pueden sobrevivir en estas condiciones. Un experimento a bordo de un cohete Soyuz diseñado por el profesor Leopoldo Sancho de la Universidad Complutense de Madrid en 2005, ya confirmó que los líquenes pueden sobrevivir en el espacio exterior.
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PhysOrg.com (Wickramasinghe): http://www.physorg.com/news106316780.html
PhysOrg.com (Glaser): http://www.physorg.com/news106318860.html
New scientist: http://space.newscientist.com/article/dn12469-fiery-rock-will-test-whether-life-came-from-space.html
Original (Wickramasinghe): The Origin of Life in Comets (El origen de la vida en los cometas) pendiente de publicación en el International Journal of Astrobiology
Original (Glaser) [PDF]: http://www.liebertonline.com/doi/pdfplus/10.1089/ast.2006.0112
PhysOrg.com (Glaser): http://www.physorg.com/news106318860.html
New scientist: http://space.newscientist.com/article/dn12469-fiery-rock-will-test-whether-life-came-from-space.html
Original (Wickramasinghe): The Origin of Life in Comets (El origen de la vida en los cometas) pendiente de publicación en el International Journal of Astrobiology
Original (Glaser) [PDF]: http://www.liebertonline.com/doi/pdfplus/10.1089/ast.2006.0112
Yo creia que el término correcto era "panspermia" y no "panespermia". Revisalo, es posible que yo este equivocado, pero siempre lo he leido así.
ResponderEliminarUn saludo.
Y crees correctamente. Corregido, gracias.
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