La mayoría de los niños recurren a este truco mental: Cuando se les pide que esperen pacientemente para hacer algo que desean (ver la televisión, por ejemplo) buscan entretenimiento con un juguete o un libro. Los investigadores han probado recientemente que los chimpancés también recurren a distracciones similares, un descubrimiento que, de nuevo, contribuye a difuminar la frontera cognitiva y conductual entre los humanos y otros primates [ver “Petróleo, cacahuetes y abstracción”, enlace abajo].
Los experimentos que han llevado a esta conclusión han sido realizados por Theodore Evans y Michael Beran de la Universidad Estatal de Georgia en Atlanta. Pusieron a cada uno de los cuatro chimpancés objeto de estudio frente a un contenedor conectado a un dispensador de chucherías. Los chimpancés podían alcanzar el contenedor en cualquier momento si querían y comerse todas las chucherías almacenadas, pero esto significaba parar el dispensador, que dejaba de suministrarlas. Los chimpancés reaccionaron retrasando la recompensa a su gusto, de forma que podían conseguir más chucherías.
En otro experimento usando el mismo dispositivo se les suministró unos juguetes a los chimpancés. Igual que los niños, los chimpancés aguantaban durante más tiempo la situación distrayéndose con los juguetes. Para comprobar que jugar con los juguetes era efectivamente una técnica para distraerse, los investigadores modificaron el dispositivo de forma que los chimpancés podían ver cómo se llenaba el contenedor pero no podían alcanzarlo. La mayoría de los primates pasaron más tiempo jugando con los juguetes cuando podían acceder al contenedor que cuando no, lo que indica que juegan como estrategia deliberada para controlar el impulso de comer chucherías.
Frans de Waal [ver “¿Y si la moral fuese innata?”, enlace abajo], primatólogo de la Universidad Emory en Atlanta, afirma que este estudio llena otra “brecha mental” entre los humanos y las otras especies, que se añade a la lista de logros cognitivos por animales que incluye el uso de herramientas y la planificación del futuro. Asegura de Waal que “en humanos clasificaríamos esta conducta como una forma de auto consciencia en relación con la tentación: el conocimiento de que caerás en ella como no te distraigas”. Los autores indican que el estudio también sugiere una auto consciencia en animales más compleja de lo que se suponía.
Nuevas preguntas surgen a partir de este estudio. La más inmediata: ¿Hasta qué punto son conscientes los animales de su propia psicología? ¿Son conscientes de que están siendo tentados de la misma manera en que algunos humanos somos conscientes de que se nos está tentando con el posicionamiento estratégico de chucherías en los cajeros de los supermercados?
Petróleo, cacahuetes y abstracción: http://cesartomelopez.blogspot.com/2007/07/petrleo-cacahuetes-y-abstraccin-spinoza.html
¿Y si la moral fuese innata?: http://cesartomelopez.blogspot.com/2006/11/y-si-la-moral-fuese-innata.html
ScienceNow: http://sciencenow.sciencemag.org/cgi/content/full/2007/822/2?rss=1
Original: “Chimpanzees use self-distraction to cope with impulsivity” aparecerá en “Biology Letters”
En estos últimos tiempos he escuchado mucho las palabras "distraete para no pensar" en este caso la tentación era pensar y la verdad,distraerse no estan fácil como parece. Qué sorprendente que un animal sí lo consiga o almenos lo parezca.
ResponderEliminarUna vez más te felicito por tan buen tema.
Un saludo
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ResponderEliminarhttp://www.newyorker.com/reporting/2009/05/18/090518fa_fact_lehrer?currentPage=all