Para ser un aburrido pedazo de roca gris, ALH 84001 ha tenido una vida de lo más movido. El meteorito, que fue recuperado en las Colinas Allan de la Antártida en 1984, ha viajado bastante. Los expertos en el tema piensan que vino de Marte, donde habría sido expulsado de la superficie del planeta por la colisión de un meteorito más grande. Lo interesante es que contiene minerales que algunos investigadores pensaron que podían haber tenido como origen la actividad de organismos vivos en la superficie de Marte. El número al que se refiere “algunos” ha variado en los últimos 20 años, pero todavía quedan unos pocos que siguen afirmando que ALH 84001 es de hecho la primera prueba de la existencia de vida extraterrestre (a nivel bacteriano, ¡ojo!).
La razón por la que ALH 84001 es tan interesante es porque contiene compuestos orgánicos. Se piensa que la vida surgió en la Tierra a partir de una sopa primordial de esos compuestos, que se basan en carbono, hidrógeno y oxígeno, aunque el mecanismo preciso se desconoce. Sin embargo, cuando se analizó ALH 84001 algunos astrobiólogos sugirieron que la explicación convencional podía estar equivocada. Quizás la vida había evolucionado primero en Marte y después el planeta rojo habría sembrado su vecino azul con proyectiles rocosos similares a ALH 84001 (panspermia).
Los pocos que mantienen que ALH 84001 es una prueba de la panspermia puede que dejen de hacerlo cuando conozcan el resultado de los análisis que el Dr. Andrew Steele y su equipo de la Carnegie Institution de Washington DC han realizado del meteorito, comparándolo con rocas volcánicas de Svalbard. Según el Dr. Steele la magnetita presente en el meteorito, principal argumento de los defensores del origen metabólico de los compuestos orgánicos del mismo, puede ser de origen volcánico, no microbiano. Si la magnetita volcánica se enfría en un entorno rico en agua y dióxido de carbono, puede actuar como catalizador en la formación de dichos compuestos orgánicos. Los investigadores concluyen que estos compuestos se originan en la roca no en un microbio.
Cuando una puerta se cierra se abre una ventana: el resultado del Dr. Steele también nos dice que la actividad volcánica puede originar compuestos fundamentales para la vida en planetas fríos y rocosos a lo largo y ancho del universo. Y el universo es muy grande.
Original: http://meteoritics.org/Abst_42-9.htm#STEELE