Un nuevo estudio ha probado estadísticamente lo que los paleontólogos han creído durante años: aparecen tantas especies como desaparecen, la mayor parte de la evolución tienen lugar a pequeños ramalazos y los cocodrilos son realmente raros.
En un artículo publicado en los Proceedings of the National Academy of Sciences, un equipo de investigadores dirigido por Michael Alfaro, de la Universidad de California en Los Ángeles (EE.UU.), y en el que participó Luke J. Harmon, de la Universidad de Idaho (EE.UU.), analiza la evolución de 60.000 (sesenta mil) especies de vertebrados mandibulados usando datos genéticos.
El objetivo del estudio era ver cuánta información podía extraerse acerca de la aparición de especies (especiación) y la extinción cuando no se tiene información directa del registro fósil, lo que ocurre para algunos lugares, épocas y grupos
Los investigadores escudriñaron registros de datos genéticos de todas las especies de vertebrados mandibulados, desde tiburones a pájaros. Usaron esos datos para crear un árbol evolutivo que muestra qué especie está íntimamente relacionada con cual y cuándo divergieron a partir de un ancestro común. Una vez conseguido esto, un programa de ordenador (MEDUSA) determinó cómo los diferentes modelos de especiación y extinción se ajustan a los datos.
El equipo encontró que el sistema que mejor se adapta a los datos es uno en el que la velocidad de extinción de especies es prácticamente idéntica a la tasa de aparición de nuevas. Estudios similares en el pasado había dejado a los investigadores desorientados porque los modelos habitualmente no permitían que hubiese extinción en absoluto. Sin embargo, esos estudios usualmente implicaban a menos de 100 especies, en vez de las 60.000 de éste.
El grupo también encontró que los datos apoyaban distintas velocidades de especiación y extinción entre los principales grupos de animales durante diferentes períodos de tiempo. En concreto, 6 "aceleraciones" explican más del 85% de las especies. De todos los grupos taxonómicos, sobresalen nueve, de ahí el título del artículo “Nine exceptional radiations plus high turnover explain species diversity in jawed vertebrates”.
Las neoaves (la mayoría de los pájaros modernos) y los perciformes (peces “con forma de perca”) son muy diversos dada su edad. De hecho, si se suman los números de estos y otros grupos inusualmente diversos entonces se encuentra que la mayor parte de las especies vertebradas mandibuladas de la Tierra son el resultado de radiaciones explosivas recientes.
En el otro extremo de la escala, el estudio identificó varios “fósiles vivientes” que han estado sobre la superficie terrestre durante millones de años, pero que tienen pocas especies. Estos "fósiles vivientes" corresponderían a tres desaceleraciones. Por ejemplo, los tuátaras [en la imagen], del orden Sphenodon, son sólo dos especies con 200 millones de años de antigüedad (fueron, por tanto, contemporáneos de los dinosaurios) y que sólo se encuentran en remotas islas del archipiélago de Nueva Zelanda. Aunque parezcan lagartos, están realmente relacionados muy tangencialmente con las especies vivientes de lagartos (incluidas las iguanas) y serpientes.
Otra rareza es la familia de los cocodrilos, estos mismos y los caimanes. Han existido desde hace 200 millones de años, pero hay sólo 23 especies. Dada su antigüedad, debería haber más. Esto implica que, de igual forma que existen procesos que elevan las tasas de especiación y extinción, debe existir algún tipo de proceso que las disminuya. Estos animales antiguos que ni se han especiado ni se han extinguido son una paradoja en la macroevolución. Aún no existe una explicación satisfactoria para que estas especies existan en el número y estado en que lo hacen.
Referencia:
Alfaro, M., Santini, F., Brock, C., Alamillo, H., Dornburg, A., Rabosky, D., Carnevale, G., & Harmon, L. (2009). Nine exceptional radiations plus high turnover explain species diversity in jawed vertebrates Proceedings of the National Academy of Sciences DOI: 10.1073/pnas.0811087106
3 comentarios:
Interesantísimo el artículo, César, me lo he descargado para verlo en detalle. Este tipo de cosas están muy bien para mirar con datos objetivos cuáles son los elementos notables de la evolución de los vertebrados, en este caso. Poca gente es consciente de que los vertebrados con más éxito son, sin duda, los peces óseos. Tres de los seis "ramalazos" de especiación (muy gracioso término, por cierto) tienen lugar en los peces óseos (ver la figura 1 del artículo, que es muy buena), y con diferencia son los que presentan más especies.
Por cierto, se te ha escapado "mamíferos mandibulados, desde tiburones a pájaros".
Muchas gracias don cope, usted sabe que para este escribidor siempre es un honor y un privilegio saber que usted le lee.
Corrijo el artículo, "vertebrados" por "mamíferos". Esto de escribir en la playa, con estos panoramas, es lo que tiene...;)
Puf, así no me extraña que tenga lapsus, lo que no me explico es que sea capaz de bloguear en la playa, ¡eso sí que es meritorio!
Y por lo demás, ¿cómo quiere que no le lea si comenta temas interesantes como este?
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