Hay una nueva forma de explorar los secretos de la biología. Un equipo de investigadores liderados por Ehud Y. Isacoff, de
Nos atrevemos a decir que habrá un antes y un después de este hallazgo. Desde el ratón Brainbow esto es lo más excitante y lleno de posibilidades que hemos visto. A poco que se confirmen las expectativas aquí huele a Nobel. Pero vamos por partes.
Ya mencionábamos ayer que los científicos determinan las funciones de las neuronas vía correlación. Si un grupo de neuronas se activa cada vez que un animal realiza un cierto comportamiento, entonces lo más probable es que esas neuronas controlen ese comportamiento. Lo mismo ocurre si el funcionamiento de las neuronas se ve interrumpido: si el comportamiento cesa, entonces es probable que las neuronas afectadas por la interrupción sean las que lo controlan.
Pero era necesario ir más allá de la correlación y comprobar de verdad la causalidad. Ir del comportamiento al sistema nervioso y allí determinar las neuronas individuales directamente responsables. Y esto, que parecía poco menos que imposible, es lo que ha conseguido el equipo de Isacoff.
La clave del éxito de los científicos está en una proteína artificial activada por la luz (PAL) que desarrollaron hace unos años. Se puede conseguir mediante ingeniería genética que
Para comprobar el funcionamiento de
En primer lugar, expresaron
Al iluminar estos peces, un puñado de ellos empezaron a mover sus colas de lado a lado. Un análisis posterior, en el que se fueron descartando distintas candidatas, llevó a los investigadores a la fuente neuronal de este comportamiento: todos los nadadores tenían
Lo que el equipo de Isacoff ha mostrado en la locomoción se puede hacer para cualquier otro tipo de comportamiento; esto constituye una nueva forma de hacer neurociencia. Pero las aplicaciones no se constriñen a la investigación del sistema nervioso, también tiene aplicaciones evidentes en la biología de síntesis, como herramienta para identificar redes proteínicas útiles para su posterior importación a otro microorganismo y crear de esta manera aplicaciones microbiológicas ad-hoc, ya sea para la eliminación de toxinas, la generación de energía o biomasa, o el tratamiento de enfermedades.
[En la imagen, larva de pez cebra usando la técnica brainbow]
Referencia:
Wyart, C., Bene, F., Warp, E., Scott, E., Trauner, D., Baier, H., & Isacoff, E. (2009). Optogenetic dissection of a behavioural module in the vertebrate spinal cord Nature, 461 (7262), 407-410 DOI: 10.1038/nature08323
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