Michele Besso fue un amigo, una caja de resonancia y un poco el hermano mayor de Einstein. Besso era seis años mayor, y no sólo le ayudó con algunas de sus teorías científicas, sino que también se vio envuelto directamente en su vida personal: intervino en el primer matrimonio de Einstein, negoció en su nombre los términos del divorcio, y le aconsejó sobre cómo criar a sus hijos.
En 1905 Michele Besso, ingeniero mecánico de formación, trabajaba con Einstein en
Entonces, una noche, la inspiración llegó y encontró a Einstein trabajando. Einstein apareció a primera hora de la mañana ante la puerta de Besso y, sin decirle hola siquiera, le espetó: “¡Gracias! ¡He resuelto completamente el problema!”. Einstein había resuelto sus problemas con la luz desarrollando su teoría especial de la relatividad. Besso fue la primera persona en escuchar la explicación de Einstein de una teoría que cambiaría las bases de la física.
En ese momento tanto Einstein como Besso parece que sabían que la teoría era “especial”. El artículo de Einstein sobre ella fue extraordinario en claridad y concisión, y más tarde Einstein diría que las cinco semanas que le llevó escribirlo y prepararlo para publicación fue un tiempo feliz. Aunque Besso no era de los que se quedaba atrás, está claro que la teoría especial era de Einstein y sólo de Einstein. El mérito de Besso estuvo en su habilidad para escuchar y en su capacidad técnica para absorber y criticar unas ideas revolucionarias provenientes de uno de los científicos más creativos que han existido. Einstein después se referiría a Besso como “la mejor caja de resonancia de Europa [para las ideas científicas]”. En el artículo sobre la teoría especial Einstein supo ser agradecido: “Para terminar, me gustaría decir que mi amigo y colega, M. Besso, me ha ofrecido constantemente sus valiosos consejos mientras estuve trabajando en este problema, y que estoy en deuda con él por muchas sugerencias interesantes”.
Einstein y Besso se mantuvieron en contacto por escrito durante el resto de sus vidas, aunque nunca colaboraron en un artículo. Su relación fue más la de dos hermanos. Einstein pedía consejo a menudo a Besso y Besso solía regañar a Einstein por su comportamiento. Las cartas entre los dos hombres contienen muchísima información personal sobre Einstein.
Los dos hombres se conocieron en 1895 cuando Einstein se hospedaba en la casa de su profesor Jost Winteler en Aarau (Suiza), mientras finalizaba el instituto. En aquella época Einstein desarrolló lazos muy fuertes con las personas del círculo de los Winteler: Paul, el hijo mayor, fue su primer gran amigo y posterior marido de su hermana Maja; Marie, la hija pequeña, fue su primera novia; y Besso, que también se hospedaba allí. Besso formalizaría su relación con los Winteler en 1898 al casarse con Anna, la hija mayor.
Una vez casado, Besso se trasladó a Milán como consultor técnico de
Durante la década siguiente la relación de Einstein con su esposa Mileva se fue deteriorando, culminando el deterioro con el traslado a Berlín de la familia. Einstein se mudó a Berlín, entre otras razones, para estar cerca de su amante, Elsa. No es sorprendente, por tanto, que Mileva se deprimiese en Berlín. Sólo aguantó allí el tiempo suficiente para que Besso pudiese llegar para recogerla a ella y a sus dos hijos pequeños y llevarlos de vuelta a Suiza.
De esta manera, en 1914, Besso se convirtió en el intermediario entre Mileva y Einstein. El divorcio fue largo y amargo, con crueldad por ambas partes. Mileva estaba destrozada, Einstein distante, y ambos lloraban en el hombro de Besso. Besso supo mantener la cabeza fría. Censuró a Einstein por su comportamiento con su mujer, y protegió a éste de las posiciones más dramáticas de ella. En esa época Besso vivía en Zurich, a donde se había trasladado Mileva con los niños, lo que le permitió actuar como guardián de Hans Albert y Eduard.
Besso también estuvo allí cuando tuvo lugar la segunda gran crisis de la familia: el diagnóstico de la enfermedad mental de Eduard. Besso también asumió el papel de hermano mayor esta vez: gestionó toda la parte médica de la enfermedad de Eduard, mantuvo informado a Einstein, regañándole cuando no ayudaba, y consoló, junto a su mujer, a Mileva.
A pesar de todos estos líos familiares, la ciencia estaba casi siempre presente en las comunicaciones entre Einstein y Besso: el rechazo de algunos postulados de la mecánica cuántica, la nueva astronomía y el desarrollo de la teoría general de la relatividad son algunos ejemplos de cuestiones que discutieron los dos amigos.
Besso murió solamente unos meses antes que Einstein. Y si bien éste sintió profundamente la pérdida, supo recurrir a la ciencia como bálsamo. En la carta que envió en marzo de
No hay comentarios:
Publicar un comentario