Este 30 de mayo ha aparecido un artículo en Nature Neuroscience (esto ya es en sí noticioso) sobre la base neurológica de los efectos antinociceptivos locales de la acupuntura o, en otras palabras, sobre cómo actúa para aliviar el dolor.
Antes de entrar a desarrollar lo que dice dicho artículo, por lo demás de acceso libre y gratuito, creemos necesario hacer las siguientes puntualizaciones:
· El estudio, como veremos en seguida, trata de los efectos de la acupuntura en un modelo animal (ratón).
· La investigación se ha centrado en el alivio del dolor en una pata, y sólo en eso. Por favor, no extrapoles los resultados, que son lo que son y dicen lo que dicen.
· Los efectos de la acupuntura pudieron reproducirse con la inyección de un fármaco.
· Acude a tu médico si padeces dolor para un diagnóstico correcto y te indicará el tratamiento adecuado para tu caso.
· La acupuntura hoy día tiene más de charlatanería y, en el mejor de los casos, efecto placebo que otra cosa. Sin embargo, se ha podido comprobar que en el tratamiento del dolor y algunas inflamaciones, correctamente aplicada, sí puede tener algún efecto. Lo científico es comprobar la realidad de lo que se afirma; en este espíritu se ha realizado el estudio y, por eso, lo exponemos en Experientia docet.
El artículo, publicado por un equipo de la Universidad de Rochester (EE.UU.) encabezado por Nanna Goldman, identifica la molécula adenosina como la expresión química de algunos de los efectos de la acupuntura en el cuerpo. Basándose en esta información los investigadores fueron capaces de triplicar los efectos de la acupuntura usando un medicamento para la leucemia humana a la par que las agujas.
La adenosina juega un gran papel en la bioquímica. Aparte de ser la base del transporte de energía en el organismo (en forma de adenosín trifosfato, ATP, y difosfato, ADP) también es un neurotransmisor que actúa en la regulación del sueño, en el ritmo cardíaco y que tiene efectos antiinflamatorios. Pero la adenosina también actúa como un analgésico natural, activándose en la piel después de una herida para inhibir las señales nerviosas y aliviar la percepción de dolor de una forma similar a como lo hace la lidocaína.
En el presente estudio, los investigadores pudieron comprobar que la adenosina estaba presente y activa en los tejidos más profundos afectados por la acupuntura. La investigación se centró en el sistema nervioso periférico, es decir, los nervios de nuestro cuerpo que no son parte del cerebro ni de la médula espinal (que constituyen el sistema nervioso central).
El experimento consistió en aplicar tratamientos de acupuntura a ratones a los que se les había inducido un dolor neuropático mediante la ligadura del nervio ciático de la pata trasera derecha. Cada ratón recibió un tratamiento de acupuntura de 30 minutos en un punto bien conocido cerca de la rodilla, con agujas finas que se rotaban cada cinco minutos. Los niveles de dolor percibido fueron determinados electrofisiológicamente in vivo. Los experimentos se repitieron con ratones de control y con otro grupo modificado genéticamente de forma que estos ratones no expresaban el gen del receptor A1 de la adenosina.
Los resultados obtenidos fueron los siguientes:
- En los ratones con niveles de adenosina normales, la acupuntura redujo el dolor en dos tercios.
- En ratones a los que se les había desactivado genéticamente los receptores A1 de adenosina, la acupuntura no tuvo ningún efecto.
- Cuando se inyectó adenosina en los tejidos, el dolor se redujo incluso sin acupuntura.
- Durante e inmediatamente después del tratamiento de acupuntura, el nivel de adenosina en los tejidos cercanos a las agujas era 24 veces mayor que antes del tratamiento.
Una vez que se constató el papel central que desempeñaba la adenosina y sus receptores, los autores exploraron los efectos de un fármaco para la leucemia llamado deoxicoformicina (Pentostatina), que dificulta a los tejidos reabsorber la adenosina. El compuesto disparó los efectos del tratamiento de acupuntura, casi triplicando la acumulación de adenosina en los músculos y más que triplicando el tiempo durante el que el tratamiento era efectivo.
A la vista de lo anterior parece claro que los receptores A1 de adenosina median en los efectos de la acupuntura. Sin embargo, el mecanismo subyacente aún no está tan bien definido.
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