La frenología fue extremadamente popular en el siglo XIX. Esta pseudociencia afirmaba que se podía conocer el carácter de una persona por la forma de su cráneo, incluyendo sus impulsos criminales. Hoy día está completamente descartado que tenga alguna base científica. Sin embargo, contribuyó al desarrollo de la ciencia al difundir la idea de que el cerebro es el órgano de la mente, y de que ciertos áreas albergan funciones específicamente localizadas.
En la actualidad estamos habituados a leer noticias sobre investigaciones que ligan una determinada función mental con un determinado área del cerebro. Pero, ¿podría encontrarse una correlación entre los rasgos de la personalidad y el desarrollo relativo de distintas áreas del cerebro? Un estudio dirigido por Jeremy Gray, de
Según el modelo de los cinco grandes, la personalidad de una persona puede describirse según cinco factores: factor O (Openness o abertura a nuevas experiencias, algunas veces se denomina Intelecto), factor C (Conscientiousness o Responsabilidad), factor E (Extraversion o Extroversión), factor A (Agreeableness o Amabilidad) y factor N (Neuroticism o Neuroticismo). En función de este modelo los investigadores generaron hipótesis acerca de qué regiones cerebrales deberían tener más volumen en función de cada rasgo presente en un individuo dado.
Realizaron escáneres por resonancia magnética a 116 individuos que también realizaron un test de personalidad. Tras controlar los efectos de la edad, el sexo y el volumen global del cerebro, los investigadores comprobaron que sus hipótesis se veían confirmadas en cuatro de los cinco rasgos: todos excepto el Intelecto.
Así
Hemos de recalcar que este estudio sólo ha establecido correlaciones. No dice si un factor es responsable del volumen, o si la estructura del cerebro es responsable de la personalidad, o si existe o no existe relación de causalidad alguna. El cerebro tampoco es un ente estático, cambia, como puede cambiar la personalidad. Pero lo que sí permitiría es establecer bases de datos para encontrar patrones estadísticos con los que definir la personalidad probable de una persona en un momento dado en función de la forma de su cerebro. Los autores lo llaman neurociencia de la personalidad, ¿por qué no frenología 2.0?
Referencia:
DeYoung CG, Hirsh JB, Shane MS, Papademetris X, Rajeevan N, & Gray JR (2010). Testing predictions from personality neuroscience: brain structure and the big five. Psychological science : a journal of the American Psychological Society / APS, 21 (6), 820-8 PMID: 20435951
3 comentarios:
¿Te imaginas? Ir al psicólogo a que te palpe el coco, en plan decimonónico. Vamos, me dejaría unas patillas de las que se juntan con el bigote.
Por lo que veo los autores se cuidan mucho, al menos en el resumen, de mentar la frenología, y creo que hacen bien.
Yo tengo cierta obsesión con los estados policiales. ¿Te imaginas ir a renovarte el DNI y que te digan túmbese ahí y estese quieto? Y ya sales con el microchip cargado con todo tu perfil psicológico. También se le puede incorporar tu historial médico y tu genoma con un análisis de los riesgos de contraer determinadas enfermedades. El paraíso de las empresas de selección de personal y de los investigadores a lo "Mentes criminales".
Los autores no mencionan la frenología aunque hay conexiones evidentes alegando probablemente que ellos están midiendo el contenido, no el continente.
Gracias por el comentario.
Uy, eso sí que da miedo, me refiero al determinismo genético, en plan Gattaca: que se registren propensiones genéticas a enfermedades o rasgos del comportamiento. Las compañías de seguros y los publicistas venderían su alma para conocer estos detalles. No sé cuál me da más miedo.
Publicar un comentario