La inteligencia humana siempre es un fenómeno desconcertante. Por ejemplo, es más alta, en promedio, en algunos países y parece que ha estado aumentando en las últimas décadas, sobre todo en la parte baja de la distribución estadística. Las explicaciones a estos dos fenómenos siempre levantan polémica. Desde los que consideran que no es políticamente correcto mencionar siquiera el hecho objetivo de que existen diferencias en el cociente intelectual de los distintos países, hasta los que usan explicaciones puramente racistas sin fundamento. Una nueva hipótesis lanzada en las páginas de los Proceedings of the Royal Society por un equipo de
El cerebro de un niño recién nacido necesita el 87% de la energía metabólica del niño. Cuando ese niño ya tiene cinco años la cifra baja al 44%, y en los adultos, en los que el cerebro es poco más o menos un 2% del peso, consume un 25%. Cualquier factor que compita por la energía es pues un factor limitante en el desarrollo del cerebro, y los parásitos y los patógenos compiten de distintas formas. Algunos se alimentan de los tejidos del huésped directamente o secuestran su maquinaria molecular para reproducirse. Otros, sobre todo aquellos que viven en el intestino, evitan que su huésped absorba el alimento. Y todos hacen que el sistema inmunitario entre en acción, lo que desvía recursos que podrían emplearse en otras cosas.
Eppig y sus colegas han encontrado una relación inversa impresionante entre la extensión de las enfermedades en un país y la inteligencia promedio de su población.
La prevalencia (proporción de personas que sufren una enfermedad con respecto al total de la población) de las enfermedades fue calculada a partir de los datos de
La correlación es de aproximadamente el 67%, y la probabilidad de que sea fruto del azar es menor del 0,01%. Pero correlación no es causalidad, por lo que Eppig y sus colegas investigaron otras posibles explicaciones. Trabajos anteriores han ofrecido todo tipo de causas para las diferencias en coeficiente intelectual entre países: ingresos, educación, bajos niveles de trabajo agrícola (que se ve reemplazado por otros trabajos más estimulantes mentalmente), clima (sobrevivir en países fríos agudiza el ingenio) e, incluso, distancia a la cuna de la humanidad, África (los nuevos entornos retarían la inteligencia). Sin embargo, todas estas posibles causas, excepto quizás la última, están también, probablemente, ligadas a la enfermedad. Los investigadores demuestran por análisis estadístico que todas o bien desaparecen o se reducen a una pequeña influencia cuando se consideran los efectos de las enfermedades.
Hay, además, pruebas directas de que las infecciones y los parásitos afectan a la cognición. Se ha demostrado en muchas ocasiones que los gusanos intestinales tienen ese efecto. La malaria también es perjudicial para el cerebro. Pero, según los autores, las peores enfermedades desde el punto de vista cognitivo son las que causan diarrea. La diarrea afecta mucho a los niños. Es la responsable de un sexto de las muertes infantiles, y a los que no mata les impide la absorción de nutrientes en un momento en el que el cerebro está creciendo y desarrollándose rápidamente.
Una de las predicciones del estudio es que, conforme los países venzan las enfermedades, la inteligencia media de sus ciudadanos aumentará. Este aumento de la inteligencia a lo largo de las décadas ya ha sido registrado en los países ricos. Es lo que se llama el efecto Flynn (en honor de su descubridor, James Flynn). Su causa ha sido un misterio pero, si Eppig y sus colegas están en lo cierto, la casi erradicación de las infecciones en estos países, por las vacunaciones, el agua limpia y el alcantarillado, podría explicar mucho, si no todo, el efecto Flynn.
Cuando Lynn y Vanhanen publicaron sus datos de CI, los usaron para lanzar la hipótesis de que las diferencias nacionales en inteligencia eran la principal causa de los diferentes niveles de desarrollo económico. Este estudio le da la vuelta al razonamiento. Es la falta de desarrollo, y los muchos problemas sanitarios que ello acarrea, lo que explicaría los diferentes niveles de inteligencia. Sin ninguna duda, en un círculo vicioso, esas diferencias ayudan a que los países pobres sigan siendo pobres.
Pero esta nueva teoría les da a los gobernantes una nueva razón para convertir la erradicación de las enfermedades en uno de los principales medios en los que invertir en su camino hacia el desarrollo.
Referencia:
Eppig, C., Fincher, C., & Thornhill, R. (2010). Parasite prevalence and the worldwide distribution of cognitive ability Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences DOI: 10.1098/rspb.2010.0973
10 comentarios:
Muy interesante. Pero ¿estamos seguros de que la inteligencia es medible?...
Respecto a tu última frase: ojalá sea así.
Excelente la imagen, en insisto un excelente descubrimiento este blog.
Gracias, Dani.
Estemos seguros o no, el caso es que muchas decisiones se basan en esa hipótesis.
De cualquier modo existe una correlación entre "lo que miden los tests de inteligencia" y el desempeño.
Gracias por el comentario.
Muy bueno, como cada post de este blog.
Sin embargo, NO existe el coeficiente intelectual. Sí el COCIENTE intelectual.
A pesar de que está recogido en la RAE, es claramente incorrecto.
AOM, acabas de ganar una piruleta. ¡Enhorabuena!
Era una pequeña trampita que había colocado a ver si alguien la detectaba y se "atrevía" a comentar. me alegro de que alguien lo haya hecho pronto.
Debo confesar que pertenezco a varias asociaciones (algunas con nombres en latín) donde estas cuestiones son recurrentes (cociente/coeficiente y eFlynn). Y, no sé por qué, esperaba que fuera alguno de sus miembros el que saltara.
Gracias por el comentario y el piropo.
Yo no digo que no se pueda medir la inteligencia... eventualmente. Pero para mí es evidente que los tests de CI, en si mismos, adolecen una dependencia brutal en cuanto al nivel cultural y educativo y en cuanto al ambiente social de los encuestados (sea cual sea la edad del sujeto). Puede que la respuesta a esto sea que la inteligencia es tb. educación y cultura. Pero también es posible que la inteligencia, medida en el CI, sea prejuicio y sesgo. De hecho, ambas explicaciones no son exclusivas entre si.
Ese estudio puede haber acertado el fenómeno y fallado garrafalmente en el diagnóstico de las causas:
ME apuesto un gallifante a que si cojes la lista de paises con infraestructuras de educación (en términos occidentales) más deficients, pones esos valores en números del 1 al 120, y los comparas con los promedios del CI, te va a salir una correlación superior al 67% (que no es muy espectacular, todo sea dicho).
@Millán: Respecto a los tests de inteligencia comentar que los más fiables, los que se supone que miden "gf", la inteligencia fluida, se construyen para que sean independientes de la cultura. Estos tests suelen contener sólo items geométricos simples. Un probando no necesita saber leer y mucho menos escribir para hacerlos, sólo ser capaz de hacer una marca.
Hay una parte de la inteligencia que viene dada por nuestra experiencia anterior y, por tanto por nuestra educación y cultura. Es lo que se llama "gc" o inteligencia cristalizada. En los tests que la miden abundan las preguntas de tipo verbal.
El estudio se basa en mediciones de CI-gf. Aclarado esto, por lo demás, me remito al texto.
Muchas gracias y un cordial saludo
>>Estos tests suelen contener sólo items geométricos simples.
:)
Precisamente, niego esa
"mayor".
Pienso que es ilógico esperar que no vaya a existir un sesgo, en la forma de interactuar con respecto a "items geométricos simples", siempre que consideres poblaciones que incluyen, por ejemplo:
1. Personas que, en su niñez apenas vieron objetos representados en plano (sobre un papel) y no digamos ya "items" geométricos, sean simples, complejos o de cualquier otro tipo. Gentes que, además, durante su vida, prácticamente no interactúan ni con representaciones en plano (en papel) ni con objetos "geométricos".
2. Un niño inmerso en cualquier sistema educativo y cultural occidental, que avasalla desde la primera niñez con interacciones contínuas con formas geométricas de todo tipo, y que les hace aprender "geometría" antes de los 12 años, etc...
Un item geométrico simple es, por ejemplo, la secuencia siguiente (las letras designan un recuadro, para entendernos nosotros):
a.I
b.II
c.III
d.
Y se muestran cuatro opciones, por ejemplo:
e.II
f.IIII
g.I
h.IIIII
Nada impide que antes de hacer el test, los niños entrenen.
Por si a alguien le apetece hacer un entrenamiento, puede visitar el siguiente enlace:
http://www.mensa.es/test/test.html
No es necesario saber geometría, por tanto. Hay autores que se refieren a estos tests como tests espaciales.
Gracias por comentar y un cordial saludo.
Me parece muy sugestivo este artículo y les sugiero un planteamiento.Imaginemos que Newton despues de nacer en el siglo XVII en una familia de recursos (salvando que lleva el material genético)y es llevado en medio del campo inglés y criado en una familia de jornaleros ,el sentido común ,dice, que no hubiera desarrollado teorias sino que cosecharía nabos simplemete porque no tendría acceso a la EDUCACION e independientemente de que su cerebro sufriera falta de oxígeno en un parto,tuviera diarreas,bacterias parasitarias u otra enfermedad.Les dejo el debate.
Newton fue hijo póstumo de granjero, se crió en el campo inglés y su madre, después de enviudar por segunda vez, intentó por todos los medios que fuese granjero.
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