El uso de la anestesia general (AG) es rutinario como parte de las operaciones quirúrgicas en hospitales de todo el mundo, pero los mecanismos biológicos precisos que producen los efectos de los fármacos anestésicos en el cerebro y en el resto del cuerpo sólo están empezando a ser comprendidos. Un artículo de revisión que se publica en el New England Journal of Medicine realizado por un grupo de especialistas encabezado por Emory Brown, del Hospital General de Massachusetts y el Centro Harvard-MIT de Ciencias y Tecnología de
Pero, ¿qué entendemos por AG y en qué se parece y en que se diferencia de los estados más similares, el sueño y el coma? Los estados fisiológicos que implica
Si bien es común describir
Mientras que el sueño natural pasa cíclicamente a través de una serie de fases predecibles,
A la hora de detallar cómo los diferentes fármacos anestésicos actúan en los distintos circuitos cerebrales los autores encuentran información aparentemente contradictoria: algunos principios activos, como la quetamina, activan más que suprimen la actividad neuronal; tanto es así, que la quetamina a dosis bajas puede provocar alucinaciones. La quetamina actúa bloqueando los receptores excitativos (receptores NMDA) del neurotransmisor glutamato pero, como tiene preferencia por los receptores de determinadas neuronas inhibitorias, lo que consigue realmente es estimular la actividad general porque bloquea la activación de estas neuronas inhibidoras. Es este exceso de actividad el que genera la inconsciencia por un proceso similar al que ocurre cuando los datos desorganizados bloquean cualquier señal coherente en una línea de transmisión electrónica. Un mecanismo parecido es la causa de la inconsciencia producida por los ataques convulsivos.
Otra situación inusual que describen los autores es el caso de un paciente con daño cerebral en un estado de mínima consciencia que recuperó algunas funciones mediante la administración de zolpidem, un fármaco que induce un sueño más profundo que las benzodiazepinas de las que es análogo. El caso de este paciente es similar a un fenómeno llamado excitación paradójica, en el que los pacientes en la primera fase de
La gran novedad de este artículo es el nuevo marco conceptual, en el que se relacionan AG, coma y sueño en función de los circuitos, lo que hace a cada uno de estos estados más comprensible y predecible. Este artículo sienta las bases para toda una metodología de investigación futura sobre la neurobiología de los estados de conciencia reducida.
Referencia:
Brown EN, Lydic R, & Schiff ND (2010). General anesthesia, sleep, and coma. The New England journal of medicine, 363 (27), 2638-50 PMID: 21190458
más que anestesiólogo se dicen anestesistas ;-)
ResponderEliminarMuy bueno
Gracias, DartaJuan.
ResponderEliminarBien lo sé. Tengo en la familia un par de ellos. Pero ambos términos están admitidos y yo prefiero el "logos" al "ista".
En general el contenido de este blog es excelente, pero este en particular es impecable. La lectura del artículo en el NEJM es precisa e informativa.
ResponderEliminarUna enhorabuena desde Nietos de Kraepelin.