Lo bien que funcione nuestro cerebro, su eficiencia, depende de varios factores. Un estudio llevado a cabo por un equipo encabezado por Alex Fornito, de la Universidad de Melbourne (Australia), y cuyos resultados se publican en el Journal of Neuroscience abunda en la posibilidad de que el factor más importante es el genético, especialmente en las regiones relacionadas con la inteligencia. Con todo, la influencia del ambiente en el desarrollo de lo que denominamos inteligencia sigue siendo considerable.
El córtex humano es una compleja y tupida red de conexiones interneuronales. La construcción de esas conexiones tiene un coste energético pero, por otro lado, cuantas más conexiones existan mayor capacidad de procesamiento tendrá el cerebro. Podemos ver entonces que podría existir una presión evolutiva hacia cerebros más interconectados que se ve limitada por el coste del establecimiento de esas conexiones. El trabajo de Fornito et al. lo que hace es establecer una primera prueba de la influencia de la genética en lo eficiente que son las interconexiones de las redes cerebrales y viene a reforzar la hipótesis de la búsqueda de la eficiencia es un factor fundamental en el desarrollo del cerebro.
Pongamos el resultado en contexto. El cerebro humano necesita unos 20 años para desarrollarse completamente. Cuando se analiza el cerebro de un adulto lo que se encuentre será el resultado de, en primer lugar, las instrucciones genéticas que especifican el diseño general del cerebro, en segundo de la formación de las conexiones que adaptan el cerebro a su entorno durante el desarrollo y, finalmente, de la adaptación continua como respuesta a la experiencia. Los investigadores han establecido que la herencia genética supone un 60 %, lo que deja un amplio margen para que el ambiente y las experiencias puedan modelar el estado de un cerebro en un momento dado. Esto querría decir que si pretendemos entender la inteligencia, las enfermedades mentales o las neurológicas hemos de considerar seriamente, aunque no aisladamente, la componente genética.
Para llegar a estas conclusiones el equipo de investigadores comparó los escáneres por resonancia magnética funcional de 16 parejas de gemelos (gemelos monocigóticos) y13 parejas de mellizos (gemelos dicigóticos). Los investigadores fueron capaces de construir mapas detallados de la conectividad funcional entre 1041 regiones corticales diferentes, caracterizando la eficiencia de la red.
Tomando el cerebro en su conjunto, el 60% de las diferencias entre personas se pudo explicar por los genes. Pero no en todas las regiones cerebrales se encuentra la misma influencia. Los efectos más fuertes de la genética se encuentran en regiones del córtex prefrontal que, como es conocido, juega un papel fundamental en la planificación, el pensamiento estratégico, la toma de decisiones y la memoria.
Trabajos anteriores han demostrado que las personas con conexiones cerebrales más eficientes obtienen mejores resultados en los test de inteligencia, y que la eficiencia de las redes cerebrales es menor en personas que sufren esquizofrenia; en ambos casos en el córtex prefrontal. Teniendo en cuenta lo limitado de la muestra, y que por lo tanto el trabajo debe reproducirse idealmente con números mayores de sujetos, el lector puede aventurar sus conclusiones.
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César por qué no pones un buscador en tu página, me sería útil, para buscar acerca de temas, sin necesidad de buscar por temática.
ResponderEliminarGracias.
Como siempre genial.
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