La idea de la serie Químicos Modernos surge durante una conferencia que di en enero de 2011 en la Facultad de Matemáticas de la Universidad de Sevilla sobre los orígenes de la química moderna. En la ronda de preguntas uno de los asistentes me preguntó por qué en mi exposición no aparecían mujeres, si es que acaso ellas no habían contribuido al desarrollo de la ciencia. Mi respuesta fue que el hecho cierto es que las ideas fundamentales se han debido a varones, básicamente porque habían sido varones los investigadores, pero que las mujeres habían dado cuerpo a esa estructura creada por las ideas centrales, sobre todo en el último siglo. La serie Químicos Modernos pretende, entre otros objetivos, ilustrar en alguna medida este punto.
Dentro de los objetivos de las actividades del Año Internacional de la Química, de las que los artículos con la etiqueta IYC2011 de Experientia docet son parte oficial, está el poner en valor el papel de las mujeres en el desarrollo de la ciencia central. Como decíamos más arriba, Químicos Modernos refleja este objetivo. Pero también es objetivo de la serie dar a conocer a químicos de los últimos 200 años que han hecho contribuciones significativas, algunas trascendentales, pero que son desconocidos. La idea es poner en perspectiva a los hombres y mujeres que participan en el avance de las ciencias químicas: hay genios pero son humanos, hay ideas geniales pero hay que desarrollarlas, hay gigantes pero que se apoyaron en el trabajo de otros para elevarse.
La imagen que ilustra la serie es un ejemplo de los varones y mujeres que la serie pretende retratar. Él en concreto trabajó en los años 60, pero lo dejaremos en el anonimato, tras los vapores de su trabajo.
Espero que disfrutes de Químicos Modernos. Si tienes cualquier sugerencia de personaje o comentario, no lo dudes y házmelo llegar.
Lista de entradas de la serie (en construcción):
Katherine Blodgett, más allá del agua de fregar (con Irving Langmuir)
Los Joliot-Curie o acertar a la segunda (con James Chadwick)
Los Joliot-Curie o acertar a la segunda (con James Chadwick)
Marguerite Perey, la otra hija de Marie Curie
Alexánder Butlerov, eclipsado por su genio
Alfred Werner, la pasión por el trabajo
Fritz London , la química se hace cuántica (I)
Alexánder Butlerov, eclipsado por su genio
Alfred Werner, la pasión por el trabajo
Fritz London , la química se hace cuántica (I)
Buenas tardes. Para esta serie me gustaría sugerirte a Dorotea Barnés. Leí una semblanza suya en el número 15 de la revista Redes para la ciencia, escrita por la catedrática Adela Muñoz Páez, y se ve la gran injusticia cometida con esta mujer. Incluso el régimen franquista la borró de sus archivos. Gracias.
ResponderEliminarMuy interesante, Antonio.
ResponderEliminarEn una investigación preliminar veo que hay datos (pocos) y contradictorios, por lo que hace el trabajo más interesante.
Muchas gracias.