miércoles, 31 de agosto de 2011

Parcelas en el cerebro.


Según un estudio publicado en los Proceedings of the National Academy of Sciences por un equipo de investigadores del MIT (EE.UU.) encabezado por Evelina Fedorenko, parece confirmarse que existen zonas del cerebro dedicadas al lenguaje, y solamente al lenguaje. Este hallazgo es un avance muy importante en la búsqueda de las regiones encefálicas en las que pudieran residir las funciones mentales superiores, a la par que supone un cambio en la metodología del análisis de los datos de la resonancia magnética funcional (fMRI).

La especificidad funcional hace referencia a la hipótesis de que partes concretas del encéfalo se encargan de tareas específicas. Se sabe desde hace mucho tiempo que la especificidad funcional existe en ciertas áreas: en el sistema motor, por ejemplo, existe un grupo concreto de neuronas que controlan los dedos de tu mano izquierda y otro que controla tu lengua. La cuestión es, ¿ocurre lo mismo con funciones más complejas como el reconocimiento de rostros, el uso del lenguaje o el razonamiento matemático? ¿Existen parcelas bien delimitadas del cerebro para esas actividades, o se emplean áreas multitarea que son capaces de llevar a cabo la tarea que se necesite en cada momento?

El lenguaje, una habilidad cognitiva que es específicamente humana y, a la vez, común a todas las culturas, parece el sujeto de estudio más fácilmente controlable y el primero, por tanto, en ser investigado. Sin embargo los datos obtenidos por una de las herramientas más poderosas de los neurocientíficos, la resonancia magnética funcional, ha arrojado resultados nada concluyentes, cuando no abiertamente contradictorios. Si bien los estudios coinciden en que son ciertas áreas las implicadas en el lenguaje, no se puede afirmar que sean exclusivas para el lenguaje. Muchos experimentos han encontrado que tareas no relacionadas con el lenguaje también parecen activar las mismas áreas: la aritmética, la memoria de trabajo y la música entre ellas.

Pero según Fedorenko et al. esta aparente superposición no sería más que un fallo en la metodología, es decir, en cómo los datos de fMRI se recogen y analizan. Con el nuevo método desarrollado por los investigadores se pondría de manifiesto que hay zonas del cerebro que se dedican al lenguaje y a nada más.

Los estudios del lenguaje en los que se emplea fMRI se hacen habitualmente por análisis de grupo, lo que significa que los investigadores escanean a 10, 20 ó 50 sujetos y promedian los datos para formar un “cerebro estadístico” en el que buscar las regiones activas. Pero, según los autores, esto no es demasiado correcto, principalmente porque las pequeñas diferencias anatómicas entre cerebros pueden hacer que los datos se “emborronen”, haciendo que parezca que una región está activa durante dos tareas diferentes cuando, en realidad, las tareas están activando dos áreas adyacentes no superpuestas de cada sujeto.

Fedorenko y sus colaboradores proponen, por tanto, que los datos deben ser analizados en cada sujeto individual, esto es, las pautas de actividad de un cerebro sólo deben compararse con las pautas de actividad de ese mismo cerebro. Por ello los investigadores realizan los experimentos en serie con el mismo sujeto; tras realizar una tarea lingüística inicial, cada sujeto realiza otros siete experimentos sin salir del escáner: uno de aritmética exacta, dos de memoria de trabajo, tres de control cognitivo y uno de música, ya que estas son las funciones que aparentemente compartirían áreas funcionales con el lenguaje.

De las nueve áreas analizadas, los investigadores encuentran que ocho son específicas del lenguaje. Pero ello no implica que cada función cognitiva tenga su propia trozo de córtex dedicado a ella; después de todo somos capaces de aprender nuevas habilidades, por lo que debe haber partes del córtex que sean tanto de alto nivel como funcionalmente flexibles. Pero estos resultados también son un indicio importante de que tiene sentido buscar parcelas en el funcionamiento del encéfalo humano.


Referencia:

Fedorenko, E., Behr, M. & Kanwisher, N. (2011). Individual-subject fMRI approach reveals functional specificity for language. Proceedings of the National Academy of Sciences ((In Press))

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