La foto que abre esta entrada está tomada con una cámara
térmica. Estas cámaras en vez de registrar la luz visible detectan
la infrarroja, es decir, el calor. En la imagen vemos una
interpretación en colores de los resultados de la emisión en
infrarrojo: más oscuro implica más frío. La imagen corresponde a
una serpiente enrollada en el brazo de un herpetólogo que retiene su
cabeza debajo del pulgar. El punto que queremos ilustrar es que un
objeto más frío aparece como oscuro frente a un fondo cálido en
las imágenes en infrarrojo. Obviamente si tomásemos la foto en el
visible la serpiente podría tener colores diversos incluidos tonos
parecidos a los del brazo de su cuidador.
En 1996 se descubrieron áreas en algunas nubes interestelares que
en el visible e infrarrojo cercano tenían un aspecto “normal”
pero que en el infrarrojo medio aparecían oscuras, por lo que, en un
alarde de imaginación, pasaron a llamarse “nubes oscuras en el
infrarrojo” (NOIR).
Las NOIR son zonas oscuras en el cielo infrarrojo que contrastan
con el fondo brillante que produce nuestra galaxia. Las NOIR parace
que podrían ser el paraíso de los astroquímicos: aglomeraciones de
gases fríos, densos y ricos en moléculas (léase distintas al
hidrógeno molecular). Pero además las NOIR son lugares donde nacen
estrellas. Hasta ahora se han venido estudiando las NOIR en las que
ya estaba teniendo lugar la formación de estrellas. Si bien esto es
muy interesante, aún lo es más el estadio inmediatamente anterior,
cuando las NOIR son aún más frías y las protoestrellas están en
los primeros pasos.
Una de las principales herramientas en el estudio de estas nubes
es la presencia de amoniaco (NH3). En 1969 se descubrió
la presencia en grandes cantidades (relativas) de amoniaco en las
nubes de gas interestelares. Se descubrió asimismo una correlación
entre su presencia y las áreas donde se formaban estrellas, ya que
este proceso proporcionaba las condiciones de densidad y temperatura
para que el amoniaco emitiera longitudes de onda de radio. Desde
entonces la presencia de esta radiación del amoniaco se ha
convertido en una prueba diagnóstica para saber si en una nube de
gas se están formando estrellas. El problema de esta prueba es que
es sólo diagnóstica (sí/no), ya que los radiotelescopios que
detectan la radiación del amoniaco tienen muy poca resolución
espacial, es decir, la NOIR aparece como un punto sin estructura. Si
hubiese resolución suficiente, ¿podría emplearse el amoniaco para
determinar la estructura de la NOIR?
Para poder estudiar la estructura de la NOIR empleando el amoniaco
como indicador de la presencia de una protoestrella en formación es
necesario primero aumentar la resolución. Y esto se consigue usando
varios telescopios repartidos espacialmente lo más que se pueda. Y
esta es la descripción del Very Large Array Telescope (VLAT)
de Nuevo México (Estados Unidos).
Un equipo de investigadores encabezado por Sarah Ragan, de la
Universidad de Michigan (EE.UU.), ha empleado el VLAT para estudiar
las subestructuras de seis NOIR relativamente jóvenes. Los
resultados aparecen publicados en The Astrophysical Journal.
Los investigadores han podido estudiar con suficiente resolución
la estructura de las NOIR empleando el amoniaco como guía. Pero, una
vez confirmado el principio de funcionamiento, lo más interesante es
lo que han encontrado usándolo. Así, el gas está frío (entre 8 y
13 K) y ello significa que las estrellas en formación no lo está
calentando por algún motivo. Por otra parte, las señales indican
que el gas es muy denso (relativamente); a cualquier químico que se
le diga que hay un gas denso a 10K (- 263ºC) lo primero que te dirá
es que una parte de él debe haber pasado a estado líquido y, más
probablemente, sólido, como le pasa en el espacio al monóxido de
carbono. Pues no es el caso: no existen pruebas de la existencia de
amoniaco en ningún otro estado que no sea el gaseoso. Finalmente,
las NOIR tendrían una gran presión interna (es un gas denso) que
impediría que colapsen formando nuevas estrellas. Pero resulta que
sí se forman nuevas estrellas, lo que los investigadores explican
por la presión de la nube caliente que rodea la NOIR.
Estos resultados son sólo un anticipo de las sorpresas que nos
deparará el estudio de las NOIR. Sobre ellas hay muchas más
preguntas que respuestas. Y la primera es ¿cómo se forma una bolsa
de gas frío rica en amoniaco rodeada de gas caliente?
Referencia:
Ragan, S., Bergin, E., & Wilner, D. (2011). VERY LARGE ARRAY OBSERVATIONS OF AMMONIA IN INFRARED-DARK CLOUDS. I. COLUMN DENSITY AND TEMPERATURE STRUCTURE The Astrophysical Journal, 736 (2) DOI: 10.1088/0004-637X/736/2/163
2 comentarios:
Interesante. Muy interesante…
Hay todavía muchas incógnitas en el proceso de formación estelar, y ésta es una que yo aun no conocía. Gracias por esta entrada!
Un saludo!
Bueno explicar la formacion de las estrellas es algo bastante complicado, pero lo este pors lo ha hecho muy bien y con los excelentes argumentos. gracias... Carolina - paginas web
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