Es recurrente en textos escritos en español, sobre todo si se
trata de traducciones del inglés, que al wolframio se le llame
tungsteno. Y también es típico que alguien proteste y afirme que es
wolframio y no tungsteno. Si bien existen en la web distintas
argumentaciones, muchas equidistantes, para que conste vamos a
intentar argumentar a nuestra manera el origen de ambos nombres y por
qué, si bien en justicia sólo debería usarse wolframio, el hecho
cierto es que el único correcto oficialmente es tungsteno.
Lo que sigue está escrito de forma que se pueda leer de una vez
sin necesidad de pensar en reacciones químicas, pero se dan
suficientes detalles como para que el aficionado escriba sus
reacciones, si así le apetece.
En 1556, Georgius Agricola menciona la existencia de un mineral
que él llama spuma lupi (espuma del lobo) y que hoy conocemos
como wolframita, nombre que deriva de la traducción al alemán del
nombre latino, wolf rahm.
Agricola lo llamó así porque, aparentemente, durante la extracción de la casiterita (SnO2)
era devorada tumultuosamente (formando espuma) “como el lobo devora
a la oveja” por la wolframita.
En 1761 Johann Gottlieb Lehmann
fundió la wolframita [(Fe,Mn)WO4]
con nitrato de sodio [NaNO3]
y encontró que el producto fundido se disolvía en agua formando una
disolución verde (que se volvía roja con permanganato). Añadiendo
ácido mineral [H2SO4]
aparecía un precipitado blanco esponjoso que se terminaba volviendo
amarillo tras mucho tiempo.
En 1779 Peter Woulfe coció
wolframita en ácido de sal (común) [HCl] y, tras presenciar la
aparición de un color amarillo intenso, concluyó que podría estar
en la presencia de algo nuevo.
En 1781 Carl Wilhelm Scheele analizó un mineral blanco llamado
tungsten (más tarde scheelita, CaWO4) y demostró
que se trataba de una sal de calcio de un ácido nuevo, el ácido
túngstico. Paralelamente, el
mentor de Scheele, Torbern Olof Bergman, creyendo que la alta
densidad del tungsten
sugería la presencia de la barita, lo que entonces se llamaba una
tierra pesada, confirmó que contenía el producto ácido en vez del
álcali que él esperaba encontrar. Posteriormente llegaría a la
conclusión de que el ácido túngstico
era el óxido de un nuevo elemento, que dio en llamarse, en un alarde
de originalidad, lapis ponderosus (piedra
pesada) que es exactamente la traducción del sueco tung
sten. Sin embargo, ninguno de
los dos consiguió aislar el nuevo elemento. Un poco más tarde,
Martin Heinrich Klaproth, propuso llamar al nuevo metal scheelium en
honor de Scheele (algunas fuentes siguen dando a Scheele como
descubridor del W, sin saber que descubre quien aísla y caracteriza,
no quien señala). Un peso pesado de la química de enorme
influencia, Jöns Jakob Berzelius, que al principio apoyó la
propuesta de Klaproth, terminó inclinándose por tungsteno tras que
consiguiese reducir el ácido usando hidrógeno obteniendo el metal (método que se usa
hoy día) en 1820.
En 1783, los hermanos Juan José y Fausto d'Elhuyar, éste último
alumno de Bergman en Uppsala, trabajan en el centro que la Real
Sociedad Vascongada de Amigos del País abre en Vergara, en el
antiguo colegio que la compañía de Jesús tenía en la ciudad y que
fue abandonado cuando la orden fue expulsada de España por orden del
rey, Carlos III. Este centro funciona muy bien y atrae a científicos
de primer nivel a sus cátedras de química y mineralogía, gente de
la talla de un Louis Proust, un Pierre François Chaveneau o los
propios d'Elhuyar.
Los d'Elhuyar analizaron la wolframita y encontraron que contenía
el mismo óxido que el tungsten. Sus investigaciones les
llevaron a aislar el nuevo metal reduciendo el ácido con carbón
vegetal pulverizado a alta temperatura. Llamaron al nuevo metal
volfram (en aquel entonces el
abecedario español no contenía la w, se incluyó en 1914),
en función del nombre del
mineral a partir del cual se había aislado. La
noticia de su descubrimiento se recibe en la Academia de Ciencias de
Toulouse el 4 de marzo de 1784. Reclaman el nombre wolframio para el
nuevo metal de la siguiente forma: “Lo llamaremos volfram, tomando
el nombre del material del que ha sido extraído...Este nombre es más
apropiado que tungstust
o tungsten que podría
ser usado como tributo al tungsten
o piedra pesada del que se extrajo su cal, porque el volfram[ita] es
un mineral que se conocía mucho antes que la piedra pesada, al menos
entre los mineralogistas, y también porque el nombre volfram se
acepta en casi todas las lenguas europeas, incluido el sueco”.
Todo lo anterior está muy bien y apoya el valor histórico del
nombre wolframio, pero lo cierto es que la nomenclatura de un
elemento o un compuesto químico la establece definitivamente la
IUPAC que, mal que le pese a alguno, es la que pone orden en una
ciencia tan tremendamente compleja desde el punto de vista
terminológico como la química.
La IUPAC denomina al elemento 74, de símbolo W, como tungsten
(en inglés, su único idioma oficial). El nombre alternativo wolfram
fue suprimido en la última edición de su Libro rojo (Nomenclatura
de Química Inorgánica. Recomendaciones de la IUPAC de 2005) aunque
dicha eliminación se discutió,
principalmente por miembros españoles de la IUPAC.
El nombre de wolfram ya había sido adoptado oficialmente,
en lugar de tungsten por la IUPAC en su 15ª conferencia,
celebrada en Ámsterdam en 1949. Pero el hecho cierto es que en todas
las publicaciones de la IUPAC en vigor en 2011 el nombre oficial
del elemento 74 (W) es tungsteno, y es este el que un químico debe usar.
El tungsteno es el metal de mayor punto de fusión (3695 K) y el
elemento de mayor punto de ebullición (5828 K), lo que lo hace
ideal para las bombillas de incandescencia, entre otras muchas aplicaciones.
Esta entrada es una participación de Experientia docet en la VIII Edición del Carnaval de Química que acoge Caja de ciencia.
No hacía falta tanta paja para terminar diciendo que el nombre es Tungsten (que no Tugsteno) porque el idioma oficial de la IUPAC es el inglés y así es como se denomina en ese idioma.
ResponderEliminarCon la misma argumentación ya no le llamemos azufre al S, que inglés no es así.
Es a la inversa. IUPAC decide que se llame "tungsten" en 2005 no porque el inglés sea su idioma oficial, sino porque así lo cree conveniente por motivos técnicos (básicamente para evitar la confusión con el mineral). Hasta 2005 el idioma oficial de la IUPAC seguía siendo el inglés y admitía los dos nombres.
ResponderEliminarEn conclusión: que se puede decir de las dos formas, dependiendo de si se quiere decir bien o mal. Perdón por el chistecito, me ha gustado la entrada, como todas las que tienen chascarrillos sobre historia de la ciencia.
ResponderEliminarEn castellano se llama wolframio. Su símbolo químico es la W de wolframio, no la T. en inglés azufre se dice sulphur, pero en castellano se dice azufre. No tiene sentido lo que dices amigo. Es más, los españoles deberíamos reclamar que se llamara Wolfram, no Tungsten, ya que el descubridor es quien aisla al elemento, no a quien propone su existencia. Los Elhúyar llamaron Wolfram a este metal porque en aquella época era el nombre másm popular. De hecho en Suecia se llama Wolfram. Si hablas español, en español se dice wolframio como por ejemplo hierro es iron, acero es stahl, latón es brass, etc. No tiene sentido lo que dices
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