El año 2011 que ahora acaba ha sido un año apasionante para la
química, no porque fuese su año oficial, sino por los
resultados obtenidos en los laboratorios. En esta entrada y en una
próxima intentaremos repasar los que, a nuestro juicio, son los
resultados más interesantes. Nos centraremos en dos grandes áreas:
en esta entrada hablaremos del origen de la vida y biología sintética y en la próxima de diseño, estructura y discriminación
moleculares.
No podemos empezar este repaso de otra manera que no sea
mencionando el redescubrimiento de muestras olvidadas en el
laboratorio de
Stanley Miller. Las muestras, correspondientes a un experimento llevado a cabo en
1958, analizadas por Parker
et al. [1], sugieren que las plumas
volcánicas podrían haber tenido un papel importante en la formación
de moléculas relevantes desde el punto de vista biológico.
Por otra parte están las investigaciones que se han centrado en
averiguar cómo las moléculas prebióticas terminaron encerradas en
células. Cape et al. [2] fabricaron vesículas primitivas para
investigar cómo las primeras estructuras protocelulares habrían
obtenido energía. El equipo de Cape construyó vesículas a partir
de ácidos grasos e hidrocarburos poliaromáticos con iones metálicos
atrapados en el hueco central. Los hidrocarburos poliaromáticos
actuaron como fotocatalizadores, reduciendo los aniones metálicos
que después eran regenerados por moléculas exteriores a la “célula”
que actuaban como fuente de protones.
Sin embargo, en esta línea de investigación, el resultado más
llamativo para los exobiólogos y amantes de la ciencia ficción es
el de Li et al. [3] que fabricaron membranas celulares basadas en
silicio. El equipo de investigadores consiguió que nanopartículas
de sílice fuesen funcionales con grupos dimetilsilano y silanol, lo
que les confería la propiedad de ser por una parte hidrofóbicas y
por otra hidrofílicas, demostrando que las protocélulas de sílice
son permeables y pueden albergar enzimas funcionales.
Otra línea de investigación con resultados muy interesantes ha
sido la de los orígenes de la quiralidad en la vida en la Tierra.
Así, Viedma
et al. [4] consiguieron enriquecer el aminoácido valina
mediante la sublimación continua de un racemato del compuesto, lo
que cambiaba la forma de recristalización (más detalles
aquí). Posteriormente Viedma
et al. [5] también demostraron que hervir
un disolución supersaturada también afecta al proceso de
cristalización, con el resultado de una sola fase quiral.
Hein
et
al. [6] sugirieron otra razón para el origen de la quiralidad de la
vida usando amplificación química y el hecho bien conocido de que
por encima de un cierto exceso de enantiómero las mezclas que
cristalizan favorecen los cristales del mismo enantiómero. El equipo
de Hein consiguió demostrar que con solo un ligero exceso (1%) de
prolina, los precursores del ARN cristalizan con un exceso de
enantiómero del 100%. Esto es, un mínimo desequilibrio que podría
haber ocurrido al azar y una vez alcanzado un punto de no retorno y
la vida sólo usa aminoácidos levógiros y azúcares dextrógiros
[este
paper es el origen de la idea que luego resultó ser mi relato
Un reflejo de la Tierra].
La hipótesis del mundo de ARN también consiguió un importante
apoyo este año a partir del trabajo de Wochner et al. [7] Esta
hipótesis, propuesta por Francis Crick en 1968, sugiere que la vida
en la Tierra comenzó con una molécula de ARN autorreplicante, pero
sigue sin una prueba sólida. Wochner et al. volvieron a estudiar un
ARNzima potencial de los años noventa del siglo pasado que fue
considerado en su momento un callejón sin salida y, introduciendo
presión evolutiva, encontraron finalmente una molécula de ARN que
puede replicar hasta 93 bases sin ninguna otra ayuda.
Pero la investigación no se quedó en el estudio del origen de la
vida, también hubo avances en la vida sintética. Marlière
et al.
[8] desarrollaron una “barrera genética” que podría prevenir
que ADN manipulado/sintético pudiera cruzarse con una especie
silvestre. El grupo consiguió acelerar la evolución de una cepa de
Escherichia coli que usaba un análogo clorado de la timina,
clorouracilo, como una de las bases de su ADN y podía sobrevivir sin
timina. La idea del equipo de investigadores es desarrollar una vida
paralela, pero completamente separada, que no pueda volver a usar
timina. (más información
aquí).
Si reemplazar una de las bases del ADN no te parece suficiente,
¿qué tal incorporar dos nuevas? Yang
et al. [9], el equipo de Steven
Benner, el hombre que inició el campo de la biología sintética,
crearon dos nuevas bases que se parecen a la naturales pero que
tienen patrones de enlace de hidrógeno ortogonales. El nuevo ADN
GATCZP ya ha sido replicado en células artificiales y el equipo está
intentado introducirlo en E. coli. Estos serían los cimientos de
otra forma separada de vida sintética (más información
aquí).
Esta entrada es una participación de Experientia docet
en la X Edición del Carnaval de Química que acoge BioUnalm y en la VIII Edición del Carnaval de Biología que alberga Resistencia Numantina
Referencias:
[1] Parker, E., Cleaves, H., Dworkin, J., Glavin, D., Callahan, M., Aubrey, A., Lazcano, A., & Bada, J. (2011). Primordial synthesis of amines and amino acids in a 1958 Miller H2S-rich spark discharge experiment
Proceedings of the National Academy of Sciences, 108 (14), 5526-5531 DOI:
10.1073/pnas.1019191108
[2]
Cape, J., Monnard, P., & Boncella, J. (2011). Prebiotically relevant mixed fatty acid vesicles support anionic solute encapsulation and photochemically catalyzed trans-membrane charge transport Chemical Science, 2 (4) DOI: 10.1039/c0sc00575d
[3]
Li, M., Green, D., Anderson, J., Binks, B., & Mann, S. (2011). In vitro gene expression and enzyme catalysis in bio-inorganic protocells Chemical Science, 2 (9) DOI: 10.1039/c1sc00183c
[4]
Viedma, C., Noorduin, W., Ortiz, J., Torres, T., & Cintas, P. (2011). Asymmetric amplification in amino acid sublimation involving racemic compound to conglomerate conversion Chemical Communications, 47 (2) DOI: 10.1039/c0cc04271d
[5]
Viedma, C., & Cintas, P. (2011). Homochirality beyond grinding: deracemizing chiral crystals by temperature gradient under boiling Chemical Communications, 47 (48) DOI: 10.1039/c1cc14857e
[6]
Hein, J., Tse, E., & Blackmond, D. (2011). A route to enantiopure RNA precursors from nearly racemic starting materials Nature Chemistry, 3 (9), 704-706 DOI: 10.1038/nchem.1108
[7]
Wochner, A., Attwater, J., Coulson, A., & Holliger, P. (2011). Ribozyme-Catalyzed Transcription of an Active Ribozyme Science, 332 (6026), 209-212 DOI: 10.1126/science.1200752
[8]
Marlière, P., Patrouix, J., Döring, V., Herdewijn, P., Tricot, S., Cruveiller, S., Bouzon, M., & Mutzel, R. (2011). Chemical Evolution of a Bacterium’s Genome Angewandte Chemie International Edition, 50 (31), 7109-7114 DOI: 10.1002/anie.201100535
[9]
Yang, Z., Chen, F., Alvarado, J., & Benner, S. (2011). Amplification, Mutation, and Sequencing of a Six-Letter Synthetic Genetic System Journal of the American Chemical Society DOI: 10.1021/ja204910n