Mucho se está hablando estos días de
una campaña de la Unión Europea para atraer mujeres a la ciencia y,
fundamentalmente, a la ingeniería. Aquí no vamos a hacer más
propaganda de una campaña manifiestamente sexista y mal concebida.
Quien quiera más información puede leer esto.
Lo peor de la campaña es que parece
emitir el mensaje, en palabras de mi hija [17], de que “las pavas
también pueden estudiar” (no abundaremos en el comentario de mi
otra hija [12] “¿es un anuncio de gafas?”). Y este mensaje
simplemente, no sirve. O, si llega a atraer a alguna chica, lo hará
por los motivos equivocados.
Estudiar una carrera de ingeniería no
es fácil, nada fácil. Sólo una voluntad férrea puede llevar a
obtener el título en el número de cursos establecidos más uno. Y
esa determinación granítica sólo puede salir de la combinación de
dos factores: auténtica vocación y sana ambición. Efectivamente,
sólo una persona que viva con pasión lo que estudia podrá
dedicarle las horas que necesita sin que le pesen. Sólo alguien con
la ambición de conocer, de superar las dificultades, que son muchas
y variadas, y de convertirse en un profesional competente podrá
sacrificar muchos placeres menores en aras de un bien mayor.
La cuestión entonces es cómo
conseguir que un adolescente, ya sea varón o mujer, sepa que le
apasiona la ingeniería. Que no lo van a conseguir los vídeos de la
Unión Europea, es evidente. Porque, básicamente, para ello es
necesario mostrar la ingeniería en acción, porque la ingeniería es
práctica. Así, programas como Mega Construcciones, son capaces de
que mi sobrino de 6 años se los trague con la boca abierta y después
se pase el día comentándolos a quien le quiera escuchar.
Despertar vocaciones para lo que sea lo
hace el propio ejercicio, no las aficiones de quienes lo practican
(como se ve en el conjunto de vídeos de la campaña de la UE). Las
vocaciones se despiertan cuando ves al profesional hablar con pasión
de su trabajo. Los adolescentes se ven atraídos por la posibilidad
de conseguir resultados y superar retos. Los vídeo-clips de la UE
son pañuelos de papel, se usan y se tiran. Si además sólo hablan
de que “estudio ingeniería” pero “soy normal, canto en un
grupo”, pues como que no.
Seamos positivos, e ilustremos lo que
decimos. Señores burócratas de la Unión Europea, si este vídeo
que aparece a continuación no despierta la vocación por la
ingeniería (mecánica, química, materiales, aeroespacial,
electrónica, telecomunicaciones, informática), ninguna campaña que
puedan hacer lo logrará. Fíjense además en el papel de la mujer en
él: una más, al igual que los demás disfrutando del reto, de la
dificultad, de la complejidad, compartiendo la pasión, la aventura,
y la ilusión. Sin privilegios, sin distinciones. Sólo una ingeniera
de entrada, descenso y aterrizaje (EDL engineer) del
Curiosity.
[El vídeo está en inglés y subtitulado en este idioma. Aunque no lo entiendas es tan gráfico que se sigue muy bien.]
[El vídeo está en inglés y subtitulado en este idioma. Aunque no lo entiendas es tan gráfico que se sigue muy bien.]