Libre albedrío por Steven Natanson |
En los casi seis años de vida de este
blog hemos tratado reiteradamente la cuestión del libre albedrío
desde el punto de vista de la neurociencia; basta introducir en la
caja de búsqueda de la barra lateral las palabras “libre albedrío”
para que aparezcan una buena cantidad de resultados. Aún así creo
que el artículo más redondo es el que publicamos el pasado 15 de
noviembre titulado La conquista del libre albedrío
y cuya lectura (incluidos comentarios) aporta el contexto necesario
para entender la importancia del resultado que vamos a exponer a
continuación.
Cuando nos encontramos en la situación
de tener que tomar una decisión asumimos que son nuestros
pensamientos conscientes, esa voz que escuchamos en nuestro interior,
lo que identificamos con el yo, los que intervienen exclusivamente en
la evaluación de alternativas, en la deliberación, en llegar a una
decisión y actuar. Pero a mediados de los años ochenta del pasado
siglo los experimentos llevados a cabo por Benjamin Libet pusieron en duda esta idea. Libet y su equipo encontraron que en las
lecturas de los electroencefalogramas de los voluntarios a los que se
les pedía que efectuasen un movimiento voluntario (sin importar
cual) se podían encontrar signos de actividad cerebral, anteriores
al movimiento, que indicaban que la mente subconsciente había tomado
una decisión acerca de qué movimiento hacer antes de que las
personas experimentasen la sensación de haber tomado la decisión
ellos mismos. Esto demostraría que las personas no tenemos ni por
asomo el grado de libre albedrío en lo que respecta a la toma de
decisiones que suponíamos. Desde entonces nadie a refutado esta
idea. Los resultados de Libet han sido repetidos, con diversas
técnicas, reiteradamente.
Ahora un equipo de investigadores
encabezados por Aaron Schurger, del Institut National de la
Santé et de la Recherche Médicale (INSERM, Francia), publican
un estudio en los Proceedings of the National Academy of
Sciences según el cual la actividad encefálica registrada por
Libet tiene otro origen y que, por tanto, las personas sí tomarían
las decisiones conscientemente.
Para llegar a esta conclusión el
equipo se fijó en cómo el encéfalo responde a otros estímulos que
fuerzan una toma de decisión, como es el caso de la interpretación
de los estímulos visuales. En estas circunstancias, investigaciones
anteriores han demostrado que el encéfalo acumula actividad neuronal
como preparación para una respuesta, dándonos algo entre lo que
elegir. Es decir, la respuesta (este es el perro de Juan) se produce
conforme los datos se convierten en imágenes que nuestro cerebro
puede entender (ser vivo cuadrúpedo con cola, pelo corto castaño,
etc.) y que entonces podemos interpretar basándonos en lo que hemos
aprendido en el pasado (perro => labrador => perro labrador de
Juan).
Schurger et al. argumentan que elegir
mover un brazo, una pierna o un dedo funciona de la misma manera.
Nuestro encéfalo recibe un indicio de que estamos considerando hacer
un movimiento, por lo que se prepara. Y es sólo cuando se alcanza
una masa crítica que tiene lugar la toma de decisión real.
Para comprobar esta hipótesis, el
equipo construyó un modelo informático de lo que dieron en llamar
“acumulador neuronal” estocástico. Usando este modelo
comprobaron que la libertad temporal para la toma de decisiones, esto
es, saber que se tiene que tomar una decisión pero sin que te digan
cuando, era un factor crítico en el experimento.
A continuación repitieron el
experimento original de Libet pero añadieron un elemento nuevo, un
sonido, un click, de manera que introducían un factor de limitación
temporal. Pidieron a cada voluntario que considerase sus opciones de
movimiento a efectuar pero que tomase una decisión inmediatamente en
cuanto oyese el clic. La hipótesis era que aquellos que ya habían
acumulado una respuesta neurológica y estaban cerca del umbral
deberían tener una respuesta más rápida. La comprobación de la
lecturas de los electroencefalogramas y su comparación con los clics
mostraba que era esto exactamente lo que se producía.
Los investigadores concluyen que estos
resultados prueban que es la mente consciente la que toma la
decisión, la subconsciente se encargaría sólo de los trabajos
preliminares de preparación.
Queda abierto el debate.
Referencia:
Es muy interesante el post, pero en primera instancia creo que lo que se pone de relieve no es tanto la libertad de nuestra decisión sino la cuantificación de esa actividad que precede a la información consciente. Aunque muy interesante, no veo que desequilibre la balanza en favor de nuestra "libertad". Quizá esté equivocado.
ResponderEliminarGracias por estos posts.
Yo creo que lo realmente importante es que siempre se toma la decisión que más conviene al sujeto en ese momento.
ResponderEliminarCuando juegas al ajedrez sólo puedes hacer la mejor jugada que se te ocurra y por tanto no tiene sentido hablar de libre albedrío sino de determinismo condicionado por la mejor jugada que tu mente puede encontrar.
Saludos.
Interesante el artículo, al igual que los comentarios. Resulta curioso que los científicos recurran a un programa informático determinístico para intentar demostrar el libre albedrío. Igualmente se dice ´sólo cuando se alcanza una masa crítica que tiene lugar la toma de decisión real´ que casi se podría traducir por ´cuando se alcanza una masa crítica se fuerza o determina la elección´. Tales experimentos son parecidos a los de Jeff Miller y Judy Trevena, pero no creo que aporten nada nuevo. Si os interesa el tema, en mi libro ´cómo vivir feliz sin libre albedrío´ tengo 2 capítulos hablando sobre estos experimentos neurológicos y psicológicos. Os lo podéis descargar gratuitamente en www.janbover.org
ResponderEliminarBien demostrado, muy buen artículo.
ResponderEliminarEl cerebro está lleno de misterios que posiblemente nos dejarán asombrados en el futuro.
Muy convincente el artículo.
Para el de arriba: Vende otro tipo de libros, porque es como si ahora yo escribo un libro que diga "como ser feliz sabiendo que la Tierra es redonda", absurdo amigo.
Quizá este experimento no aporte mucho de nuevo, pero la palabra "nuevo" no es sinónima de "acertado".
Tales experimentos son parecidos a los de esos dos, pero No Son Iguales, recuerden que ahora hay más tecnología y mejores científicos, y por lo tanto, las pruebas son más fiables. (obviamente)
Qué curioso me ha resultado siempre este tema. Recuerdo que cuando iba al instituto cogí un libro de divulgación médica de la biblioteca que hablaba de estos estudios y dejaba abierta la posibilidad de que existiese el llamado "libre albedrío". Es una pena que no pueda acceder a estos artículos y echar un vistazo, porque no puedo evitar cierto escepticismo al pensar si es posible con un electroencefalograma saber si la decisión de efectuar cierto movimiento es consciente o no. Por ejemplo, tengo en mente una cosa que me explicaron en una clase de fisiología del sistema nervioso y que me llamó mucho la atención en su día, y es que, antes de hacer un movimiento que comprometa el mantenimiento de la postura corporal, se activa la formación reticular para colaborar en el mantenimiento de la misma, y esto podría interferir con otras señales cerebrales.
ResponderEliminarPor cierto, acabo de descubrir este blog y tengo que decir que me encanta ^^.
Espero que pronto se publiquen más artículos de este tipo. Me ha encantado, el cerebro es fascinante.
ResponderEliminarQueda mucho por descubrir, aunque cada vez se sabe más sobre este maravilloso órgano que nos mantiene con vida.
PD: Por cierto, lo que quería escribir en mi anterior comentario era "no es redonda".
saludos a Todos.
No coincido con eso de que cuando juegas al ajedrez sólo puedes hacer la mejor jugada que tu mente puede encontrar, en realidad puedes hacer todo tipo de jugadas, desde las mejores hasta las que no te harían ganar (conscientemente. Tú eliges, así que sí tienes libre albedrío.
ResponderEliminarMe parece que aquí la gente se confunde, en parte por incultura. Estaria bien realizar una genealogia del termino “libre albedrio”. Asi se podrian discutir estas cosas con has propiedad.
ResponderEliminarPrimero de todo, cabe atender que los del segundo estudio son un centro cristiano(catolico), y estos siempre mienten mas que hablan; incluso cuando apelan a los hechos.
Segundo, libre albedrio viene a significar que nuestras acciones o decisiones son incondicionadas, espontanes, autonomas y com tales, no dependen de motivaciones, intereses ni afecciones. Los dos estudios refutan esto, o sea, el libre albedrio.
En fin, mucha maquina y mucho electrodo pero de cultura poco.
Buen blog
Muy buen artículo. Cuando esté desde un ordenador comento.
ResponderEliminarTiene razón el amigo anónimo, de hecho habría que dinamitar las mejores universidades del mundo, porque son cristianas, y ya se sabe: "Éstos mienten más que hablan, incluso cuando apelan a los hechos" Menos mal que hay gente culta como él para advertirnos de los peligros que representa esta gentuza. Si es que hay una incultura...
ResponderEliminarEn fin, a lo serio: Yo no veo ninguna contradicción entre la negación del libre albedrío y éste experimento. Al final son los datos previos almacenados en el cerebro y que la ínsula permite comparar con la realidad que se percibe en cada momento, lo que determina nuestras decisiones: Y como siempre ha habido una decisión subconsciente previa que subyace a la consecutiva... llegamos a las decisiones que heredamos vía ADN y el período de vida intrauterina.
O sea, que toda decisión, aunque aparentemente sea consciente, depende del contexto actual y previo. Parafraseando a Ortega: "Yo soy mis circunstancias"
Pdt: Lo que digo debe ser una tontería porque soy un cristiano, ergo algo lerdo, qué se le va a hacer!
Tiene razón el amigo anónimo, de hecho habría que dinamitar las mejores universidades del mundo, porque son cristianas, y ya se sabe: "Éstos mienten más que hablan, incluso cuando apelan a los hechos" Menos mal que hay gente culta como él para advertirnos de los peligros que representa esta gentuza. Si es que hay una incultura...
ResponderEliminarEn fin, a lo serio: Yo no veo ninguna contradicción entre la negación del libre albedrío y éste experimento. Al final son los datos previos almacenados en el cerebro y que la ínsula permite comparar con la realidad que se percibe en cada momento, lo que determina nuestras decisiones: Y como siempre ha habido una decisión subconsciente previa que subyace a la consecutiva... llegamos a las decisiones que heredamos vía ADN y el período de vida intrauterina.
O sea, que toda decisión, aunque aparentemente sea consciente, depende del contexto actual y previo. Parafraseando a Ortega: "Yo soy mis circunstancias"
Pdt: Lo que digo debe ser una tontería porque soy un cristiano, ergo algo lerdo, qué se le va a hacer!
Buenas!!!!!!!
ResponderEliminarYo la verdad que como soy tambien cristiano debo ser un poco lerdo porque en el experimento de Libet veo algo que no entiendo muy bien y si alguien me lo puede explicar sea cristiano o no, dice que mide la actividad cerebral inconsciente produciendose antes que la consciente por lo tanto ya tomamos la decisión antes de ser consciente de ella, pero pregunto yo, ¿no tomé ya antes la decisión de levantar la mano cuando me explicaron el experimento, me dijeron lo que tenia que hacer y entonces solo decido cuando levantarla (la mano)?? pues entonces solo decido el momento y alguno dirá, sí eso es una decisión, lo es, pero condicionada a otra superior por eso ya hay actividad previa, como por ejemplo cuando en una carrera te dicen sal cuando quieras, como ya sabes q vas a correr tu cuerpo ya tiene una tensión múscular y sales más rapido que si de repente de te dicen corre, no se igual se ma la olla pero a mi me parece que el experimento obvia que la decisión está tomada, ¿os imaginais uno que dijera paso de lo que me dice el libet y no voy a levantar la mano, que activadad previa tendría??? Un saludo y gracias de antemano.
Hola, lerdo cristiano, digo Manu. Soy Santiago, otro lerdo como tú.
ResponderEliminarEn el experimento de Libet no se le dice al usuario qué movimiento tiene que hacer, puede hacer cualquiera.
Es decir, las áreas motoras pueden estar preactivadas como tú dices, a un nivel subconsciente o preconsciente, pero si la precisión de discriminación del sistema de neuroimagen es suficiente, se puede ver el tipo de movimiento concreto que el sujeto experimental va a desarrollar (por las subáreas concretas que se activan) antes de que sea consciente de que lo desarrolla.
Supongo que será así, aunque sólo estoy suponiendo, porque no he visto o no recuerdo el diseño exacto del experimento. A ver si hay por ahí alguien que nos lo aclare más.
Hola, lerdo cristiano, digo Manu. Soy Santiago, otro lerdo como tú.
ResponderEliminarEn el experimento de Libet no se le dice al usuario qué movimiento tiene que hacer, puede hacer cualquiera.
Es decir, las áreas motoras pueden estar preactivadas como tú dices, a un nivel subconsciente o preconsciente, pero si la precisión de discriminación del sistema de neuroimagen es suficiente, se puede ver el tipo de movimiento concreto que el sujeto experimental va a desarrollar (por las subáreas concretas que se activan) antes de que sea consciente de que lo desarrolla.
Supongo que será así, aunque sólo estoy suponiendo, porque no he visto o no recuerdo el diseño exacto del experimento. A ver si hay por ahí alguien que nos lo aclare más.