Una de las tareas en las
que empleo más tiempo cuando escribo algo para Experientia docet
es decidir de qué escribir. La idea, la investigación o el
personaje histórico tienen ese factor X que hace que me
decida a contarlo. No sé describir qué es pero lo tengo claro
cuando lo veo. Leo noticias, ojeo publicaciones, sigo enlaces de
tuits hasta que algo me impulsa a escribir. Es lo que me ha pasado
con un artículo que publica un equipo de investigadores encabezado
por Redmond O'Connell, del Trinity College de Dublín (Irlanda), en
Nature Neuroscience. Conforme iba leyendo el paper iba
notando crecer mi interés hasta que, en una frase concreta, la
decisión estaba tomada.
La frase en cuestión era
esta (traducción y énfasis míos): “[...] nuestros resultados
también demuestran que el encéfalo humano emplea una representación
supramodal abstracta de las pruebas sensoriales acumuladas que ejerce
una influencia determinista en los informes perceptivos
independientemente de los requisitos sensoriales o motores
específicos”. El Dr. O'Connell nos cede amablemente el PDF del paper por lo que la persona interesada puede leer el texto en su
integridad. Pero, ¿qué significa esto?
Cuando interactuamos con
nuestro entorno necesitamos estar seguros de lo que vemos, oímos o
sentimos con el fin de decidir cómo actuar. ¿Qué señas me está
haciendo el guardia? ¿Es eso el café que sale? De alguna manera el
encéfalo nos permite tomar decisiones concretas acerca de la enorme
cantidad de información que recibimos continuamente a través de los
sentidos. Existe desde hace mucho tiempo una teoría que dice que el
encéfalo permite que la información de los sentidos se acumule en
el tiempo y que sólo se decide por algo en concreto una vez que ha
acumulado suficiente información. O'Connell et al. parece que
han encontrado pruebas experimentales de que esto sería
efectivamente así.
Los investigadores
diseñaron un ensayo en el que se les pedía a los voluntarios que
detectasen un cambio, que era gradual, en una imagen o en un tono
musical. Este cambio gradual se producía a lo largo de varios
segundos, era indetectable al principio pero llegaba un momento en
que era evidente. Esto permitió precisar el momento en el que los
participantes decidían que había tenido lugar un cambio. Al mismo
tiempo, los investigadores registraron la actividad encefálica por
electroencefalografía.
Con este diseño
experimental los autores fueron capaces de aislar una señal que se
incrementaba en paralelo con los cambios visuales y auditivos. Sin
embargo, encontraron que los sujetos solo decían que había un
cambio una vez la señal alcanzaba determinado nivel. Como
consecuencia los investigadores fueron capaces de predecir con
precisión tanto el tiempo como la exactitud de las decisiones de los
voluntarios simplemente monitorizando esta señal del
electroencefalograma. En otras palabras, fue posible observar la
formación gradual de una decisión en la actividad encefálica de un
sujeto antes de que éste fuera consciente de haberla tomado.
Comprenderás ahora que
tuviese que venir a contarlo (y el comienzo de este texto). El
hallazgo, como es evidente, podría tener aplicaciones clínicas en
el diagnóstico y tratamiento de personas con dificultades en la toma
de decisiones perceptivas. Pero también está claro que contribuye a
poner en perspectiva nuestra toma de decisiones y enfatiza el trabajo
inconsciente que realiza nuestro encéfalo. Y es que la consciencia
está sobrevalorada.
Nota: El que sólo vea rayas en la imagen, que deje que se acumulen estímulos, y después diga lo que ve. La imagen no fue usada en la investigación de O'Connell et al.
Referencia:
O'Connell, R., Dockree, P., & Kelly, S. (2012). A supramodal accumulation-to-bound signal that determines perceptual decisions in humans Nature Neuroscience, 15 (12), 1729-1735 DOI: 10.1038/nn.3248
7 comentarios:
Me suena que ya había estudios que demostraban que tomamos las decisiones inconscientemente unos milisegundos antes de que creamos haberla tomado.
mmm hay un dequeismo en la primera oración
Muy interesante, César. Gracias. Acabo de terminar de leer el libro 'Pensar rápido, pensar despacio' (Thinking, fast and slow) de Daniel Kahneman. Muy recomendable para aquellos a los que le interesen el tema de las decisiones intuitivas.
PS.- Soy más de los Rolling Stones que de los Beatles. ;-)
He tardado un buen rato en descubrir la cara de un tipo con gafas...y leyendo el comentario de Dani, ya lo tengo claro.
He tardado un buen rato en descubrir la cara de un tipo con gafas...y leyendo el comentario de Dani, ya lo tengo claro.
La imagen se ve bien mirando de soslayo. Creo que es porque en la zona periférica de la retina hay menos conos.
Casi que no distingo la imagen ,pero cuando uno parpadea se ve más clara la imagen porque así quieto trata de desaparecer la imagen lunares en la piel
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