“La neurociencia cognitiva, con su interés por la percepción, la acción, la memoria el lenguaje y la atención selectiva, vendrá a representar cada vez más el eje central de las neurociencias en el siglo XXI.”
La neurociencia cognitiva
está de moda. Rara es la semana que alguna noticia relacionada con
ella no aparece en algún medio de información general. Y está de
moda por méritos propios, porque es la ventana que la ciencia ha
abierto al interior de la mente humana.
La neurociencia cognitiva
es una ciencia interdisciplinar que intenta encontrar la relación
existente entre la actividad neuronal, y del encéfalo en su
conjunto, con el comportamiento. Implica la participación de
biólogos, médicos, químicos, físicos, matemáticos, informáticos, lingüistas, ingenieros y psicólogos, con todas las subespecialidades imaginables.
En Experientia docet
nos hemos ocupado de la neurociencia cognitiva profusamente en
nuestros siete años de vida. Y en estos siete años más de una vez
nos han preguntado por un texto introductorio general, a lo que hemos
respondido siempre igual: el mejor texto general (no estrictamente de
neurociencia cognitiva) es el Kandel, pero en versión original y
sabiendo que no trata aspectos importantes de la neurociencia
cognitiva de vanguardia.
Por eso nos ha
gustado mucho el texto publicado por Editorial Médica Panamericana
que ha coordinado (y escrito en parte) Diego Redolar, de la
Universitat Oberta de Catalunya, y que se llama, precisamente,
“Neurociencia
Cognitiva”.
En primer lugar, se nota
muy mucho que Redolar es profesor en una universidad a distancia.
Efectivamente, los textos son autocontenidos, con referencias
cruzadas claras (también a los materiales suplementarios de la web),
con refuerzos visuales de los conceptos importantes y recuadros donde
entrar en el detalle de algún aspecto mencionado en el texto
principal. Además el lenguaje es todo lo llano y fluido que puede
ser un texto académico (aunque se empeñe en usar la palabra cerebro
donde debiera decir encéfalo). Y esto, coordinando a una
cincuentena larga de especialistas dispersos por dos continentes que
han contribuido al trabajo, es un logro no menor.
En segundo lugar, no
han evitado entrar en temas que son de la más absoluta vanguardia y
que pueden, incluso, ser polémicos. Así, por ejemplo, tras los
capítulos dedicados a la introducción histórica a la materia (un
capítulo muy recomendado a los psicólogos), a la neuroanatomía y a
la metodología, el capítulo 5* está dedicado a las bases
de la conectividad funcional exploradas
usando la actividad espontánea del cerebro; algo que hace 3 años
todavía había que explicar qué era (uno de los autores es María
de la Iglesia, vieja amiga de esta casa, que en la web que acompaña al texto ha
incluido una referencia a un texto de Experientia
docet).
Otros temas llamativos son
el capítulo 22 “Conducta sexual, cerebro, cognición y
afectividad” que no es políticamente correcto precisamente,
pero la ciencia no lo es. El 27 “Control
ejecutivo, toma de decisiones, razonamiento y resolución de
problemas” tras una introducción anatomofisiológica a
las partes relevantes del encéfalo, se mete en asuntos que serían
de obligada lectura para todo economista que aún piense que los
humanos toman decisiones racionalmente.
Redolar no rehuye una de
las grandes cuestiones, a diferencia del Kandel que le dedica media
página de perfil, y el capítulo 28 está dedicado a “La
conciencia: conceptos, hipótesis y observaciones clínicas y
experimentales”; es un capítulo que se lee especialmente bien
y que está muy recomendado para quien piense que aún es necesaria
la hipótesis cuántica o la existencia de un alma para explicar la
consciencia. Finalmente, el capítulo 29 está dedicado a la
“Neurocomputación y modelización de sistemas cognitivos”.
Consideración aparte
merece el sorprendente por inesperado capítulo 30 dedicado a la
divulgación de la ciencia, su título lo dice todo “La difusión
de los avances y las aplicaciones en neurociencia cognitiva:
necesidad, reto y responsabilidad”. Es muy interesante. Y
discutible en algunas cosas. Curiosamente, este capítulo no aparece
en el índice de contenidos publicado en la página
de la editorial.
En definitiva, un texto
muy completo, bien escrito, que interesará a un amplio abanico de
estudiantes. Para concluir decir una cosa que puede sonar rara: el
libro es muy bonito. Puede parecer extraño, pero es la sensación
que se tiene al ojearlo, hojearlo y leerlo; es un objeto muy
agradable, aunque pese lo suyo.
* Información
completa sobre el texto (incluyendo el índice, la posibilidad de
descargaros gratis el capítulo 5 y más cosas) la podéis encontrar
aquí.
[No se lo digáis a nadie, pero si decidís comprar el texto e
incluís el código ED10,
tenéis un 10% de descuento;
es una cortesía de la editorial con los lectores de Experientia
docet,
nosotros no nos llevamos ni un céntimo.]
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