siRNA dispersándose por la célula cancerígena tras abandonar el recubrimiento de ácido hialurónico. |
El focense Epeo del Parnaso ensambló, por las artes de Palas, un caballo henchido de hombres armados e introdujo la mortífera imagen dentro de los muros. De aquí recibirá entre los hombres venideros el nombre de caballo de madera, encubridor de lanzas escondidas.
Eurípides, Las troyanas, 10.
El cáncer
de mama triple negativo es uno de los más puñeteros que
existen. Es difícil de tratar, siendo resistente a algunos de los
tratamientos más eficaces contra el cáncer de mama y, casi siempre,
fatal. Una de las razones por la que los tratamientos no funcionan es
porque las células están armadas con bombas celulares que eliminan
los fármacos anticancerígenos que consiguen superar las murallas
celulares. Un equipo de investigadores encabezado por Zhou Deng, del
departamento de ingeniería química del Instituto de Tecnología de
Massachusetts (EE.UU.) en colaboración con el Instituto Koch de
Investigación del Cáncer, ha diseñado una nanopartícula de tres
capas que, como el antiguo caballo Troya, primero engaña, luego
elimina las defensas y finalmente destruye las células cancerosas.
Los resultados se publican en ACS Nano.
La capa externa de cada nanopartícula está hecha de ácido
hialurónico, un polisacárido que tiende a acumularse en las células
cancerígenas. Esta capa es la que engaña a la célula cancerosa,
como Sinón a los
troyanos, y la que permite que la nanopartícula entre en la célula.
La capa intermedia esta hecha de ARN, en concreto un tipo de ARN
conocido como ARN
pequeño de interferencia (siRNA, por sus siglas en inglés) que
son el producto de genes que no codifican proteínas. Ahora sabemos,
en contra de lo que se ha pensado durante mucho tiempo, que los genes
que no codifican proteínas, de los que los siRNA son sólo un
ejemplo, son muchos más que los que codifican proteínas. La función
de los siRNA es interferir en la producción, precisamente, de proteínas,
regulándola de este modo. Esto mismo hace que los siRNA puedan
emplearse médicamente para desactivar la producción de una proteína
específica. El equipo de Deng ha seleccionado un siRNA que desactiva
la proteína que forma las bombas. En nuestra analogía el siRNA
sería Odiseo y sus
hombres escondidos en el caballo, que eliminan a los centinelas y
abren las puertas de la ciudad.
La capa más interna de la nanopartícula está constituida por un
fármaco quimioterapeútico estándar, la doxorrubicina (un
antibiótico), el equivalente al ejército aqueo oculto en Ténedos y
que se apresura a tomar y destruir Troya. Y parece ser que esto es lo
que ocurre, al menos en ratones.
Los investigadores prepararon cuatro grupos de siete ratones con
cáncer de mama triple negativo. Cada uno de los cuatro grupos
recibió un tratamiento distinto: el primero, control, fue suero
salino; el segundo, nanopartículas de ácido hialurónico con siRNA
activo; el tercero, cápsulas de ácido hialurónico, doxorrubina
pero con siRNA inactivo; y, finalmente, el cuarto, con la particula
completa, esto es, hialurónico, siRNA activo y doxorrubina. Cada
grupo recibió una dosis cada cinco días, durante quince.
En los grupos primero, segundo y tercero los tumores llegaron a
ser 6 veces mayores que 15 días antes. En el cuarto, con la
partícula completa, los tumores se redujeron, en promedio, un 87% en
tamaño y, en dos ratones, desaparecieron completamente. Troya había
sido arrasada.
Pero los ratones no son mujeres. Y la prueba es muy pequeña. Por
lo que este resultado debe ser tomado con precaución extrema. Pero,
con todo, parece prometedor. Será necesario realizar pruebas con
muestras mucho mayores que, de confirmar estos resultados, indicarían que estaríamos
ante una nuevo tipo de terapia capaz de acabar con lo que hasta ahora
parecía intratable. Como los troyanos.
Referencia:
Deng Z.J., Morton S.W., Ben-Akiva E., Dreaden E.C., Shopsowitz K.E. & Hammond P.T. (2013). Layer-by-Layer Nanoparticles for Systemic Codelivery of an Anticancer Drug and siRNA for Potential Triple-Negative Breast Cancer Treatment, ACS Nano, 131021120115007. DOI: 10.1021/nn4047925Esta entrada es una participación de Experientia docet en la XXIX Edición del Carnaval de la Química que organiza Más ciencia, por favor
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